Sphere España, compañía dedicada a la producción de bolsas biodegradables y compostables, ha conseguido reducir su huella de carbono un 91,51% en el trienio 2020-2022 frente al periodo 2019-2021. La compañía aragonesa ha invertido, en el último año, más de 8 millones de euros en nueva maquinaria de producción y en la automatización de la logística interna.

Además, para futuros ejercicios, la reducción aún será mayor porque, desde el pasado 6 de septiembre, ya está en marcha su planta fotovoltaica en el complejo de economía circular de Pedrola, en la que ha invertido más de dos millones de euros. Con una potencia de 2.075 kWp contratada con Endesa, ocupa unos 28.000 metros cuadrados de terreno propio y produce energía verde que cubre un 15% del consumo total de la fábrica. No obstante, el 100% de la energía empleada en su actividad procede de fuentes renovables.

Las mejoras incluyen nueva maquinaria de fabricación de bolsas de basura de última generación y la automatización de la logística interna. En este sentido, se han automatizado todos los mecanismos para hacer más cómodos los procesos de carga de bobinas para la plantilla.

La compañía ya tiene puesta la vista en el 2025, ya que a lo largo del próximo año sumará otros 1,4 millones de inversión en nueva maquinaria de fabricación de bolsas de basura automatizada dotada con la última tecnología.

Estos resultados suponen un paso de gigante en la hoja de ruta de la compañía para 2030, que tiene como objetivo la descarbonización total de su actividad en Pedrola. “Seguimos e intensificamos nuestra estrategia de descarbonización para continuar siendo un referente europeo de nuestro sector, incidiendo a la vez en los temas sociales”, destaca Alfonso Biel, presidente y consejero delegado de la compañía.

Con casi 300 trabajadores y una previsión de facturación en torno a 100 millones de euros para el cierre del presente ejercicio, Sphere España está involucrada con la circularidad y la reducción del impacto ambiental en todas las etapas de su cadena de suministro. Actualmente, utiliza en sus procesos productivos un 50% de materiales reciclados postconsumo y en torno a un 25% de materiales biodegradables compostables.

Como meta intermedia, se ha propuesto dejar de utilizar materiales de origen petroquímico antes del año 2030, siempre que haya suficiente disponibilidad en el mercado para fabricar sus productos.

Más medidas

Asimismo, teniendo en cuenta las diferentes normativas que se aplican a sus productos, se han implementado una serie de medidas: reducción de espesores sin pérdida de resistencias; aumento del porcentaje de material reciclado; productos reutilizables; diseños en función de la reciclabilidad; y elementos fácilmente separables y 100% reciclables.