La CHE defiende que los ayuntamientos sí pueden limpiar los cauces de sus ríos: estas son las fórmulas
- La Confederación asegura que los alcaldes pueden actuar dentro de sus términos municipales siempre que tengan autorización.
- Más información: Las impresionantes imágenes de la crecida controlada de la CHE en el río Cinca y el Noguera Pallaresa.
La limpieza del cauce de los ríos vuelve a estar en el foco de la actualidad tras las trágicas consecuencias de la DANA en Valencia. Muchos alcaldes de la ribera del Ebro miran estos días con preocupación las imágenes que llegan de la comunidad vecina. Lo hacen pensando en el río y sus crecidas, cada vez más frecuentes y dañinas para los campos pese a llevar menos caudal. De ello culpan a la suciedad acumulada en el cauce, un problema que ha ido agravándose con el paso de los años.
Este lunes, el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, instaba desde las Cortes de Aragón a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a autorizar “inmediatamente” a los ayuntamientos que quieran limpiar los suyos o a resolver los expedientes mediante silencio administrativo positivo y “sin más pegas”.
Desde la CHE, sin embargo, defienden que los alcaldes pueden actuar dentro de los tramos urbanos a través de dos fórmulas: una declaración responsable o una autorización especial de la Confederación.
La primera está pensada para desbroces rápidos o quitar tapones; acciones que no requieren cambios en el relieve del río, desde la corta y retirada de árboles muertos o que supongan un riesgo para la seguridad de personas o bienes hasta la retirada de escombros, residuos sólidos urbanos o arrastres provocados por las corrientes.
Mientras, las segundas se reservan para actuaciones de mayor envergadura. En ambos casos, los regidores necesitan el permiso del organismo de cuenca y, como es obvio, deben ajustarse a la legalidad.
Desde la CHE aseguran que estas solicitudes solo se deniegan si correspondan a peticiones que no se ajustan a la norma. En el caso de las declaraciones responsables, los consistorios pueden actuar al cabo de 15 días si no obtienen respuesta al entenderse como silencio administrativo positivo.
En muchos casos, el problema viene por la falta de medios humanos y materiales para acometer los trabajos, de ahí que desde el Gobierno de Aragón se hayan aprobado otros 400.000 euros en ayudas que, en esta ocasión, irán a parar a Alcalá de Ebro, Boquiñeni, Pradilla de Ebro, Alba, Uncastillo, Villanúa, Sobradiel, Villanueva de Huerva, Villafranca del Campo, Velilla de Ebro, El Burgo de Ebro, Pina de Ebro, Aliaga, Teruel y Biescas.
Mientras, la Confederación sigue actuando en los tramos de su competencia. A este respecto, fuentes de la CHE recalcan que en los últimos cinco años se ha invertido más de un millón de euros en el Jiloca y el Jalón, zonas especialmente castigadas por las intensas lluvias y las crecidas en los últimos tiempos.
Estas acciones se enmarcan dentro del plan de mantenimiento y conservación de los ríos, que tiene como objetivo mantener los cauces sin vegetación obstructiva para facilitar el paso del agua, garantizar que estén en buen estado y evitar problemas a futuro. Se trata de un plan al que se va a seguir inyectando dinero, ya que “conviene a todos” minimizar los efectos de las inundaciones.
Sin embargo, muchos alcaldes creen que “hay que ir a más” para protegerse de las avenidas. En esta línea, el propio presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha reclamado al Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska un simulacro de emergencia nacional que tenga al Ebro de protagonista y Vox, exsocio de Gobierno, ha instado en las Cortes a aprobar un plan “sistemático y urgente” que vaya “más allá de actuaciones aisladas”.