La crecida del Ebro, a su paso por Pina. E. E.
La crecida del Ebro alcanza los 6,7 metros en Villafranca (Zaragoza) e inunda más de 150 hectáreas en la ribera
- La crecida ordinaria da sus últimos coletazos inundando alrededor de 20 hectáreas en el término municipal de Pina.
- Más información: La punta de la crecida del Ebro llega a la provincia de Zaragoza con 7,27 metros de altura e inunda los primeros campos.
La Ribera Baja de Zaragoza ha vivido este jueves los últimos coletazos de la crecida ordinaria del Ebro. El río ha alcanzado los 6,71 metros de altura en Villafranca, muy por debajo de los episodios de años anteriores para alivio de vecinos, agricultores y ganaderos.
En municipios como Pina, las motas "han resistido", lo que ha permitido dar por finiquitado el episodio "sin mayores incidencias". "El río no ha cogido demasiada altura y no ha habido problemas", contaba su alcalde, Pablo Blanquet.
Sí se han anegado en torno a 20 hectáreas de cultivo, principalmente de alfalfa, además de sotos en los que no había nada plantado. "Fundamentalmente, en los campos más cercanos al cauce", resumía.
Los regidores han permanecido atentos a la evolución del caudal durante toda la jornada. Los niveles han sido muy similares a los de Zaragoza, donde el Ebro superó los 1.200 metros cúbicos por segundo y una altura de más de 3,6 metros, por debajo de los 1.600 m3/s registrados a principios de año en otra avenida.
En Gelsa, la estación de referencia aguas abajo de la capital, el máximo de la crecida se ha alcanzado a las 11.00 con 1.249 metros cúbicos por segundo.
Pese a los 6,71 metros alcanzados, en Villafranca tampoco ha habido problemas. No ha habido que evacuar explotaciones ganaderas, y las defensas han resistido, según confirma su alcaldesa, Volga Ramírez.
Balance de daños
En Novillas, el primer municipio de la provincia en verse afectado por este tipo de episodios, la crecida ha anegado unas 150 hectáreas, principalmente de alfalfa, del término municipal. No obstante, algunas de ellas "se podrán recuperar" a juicio de su alcalde, Abel Vera.
La fuerza del agua hizo que se temiera por la rotura de una de las motas de la margen izquierda, pero, según se ha podido comprobar, la defensa "no ha llegado a romperse", aunque sí ha quedado "bastante desgastada", por lo que no se descarta que haya que reforzarla de cara a futuras avenidas.
Pese a la previsión de lluvias, las próximas horas estarán marcadas por la tranquilidad. En Castejón, estación de referencia para la provincia, el caudal irá en descenso y quedará por debajo de los 300 metros cúbicos por segundo de cara al sábado.
