Aprobar los Presupuestos de 2025, los primeros deberes de Año Nuevo para el Gobierno de Azcón

Con el cambio de año, es común que cualquier persona haga su lista de deseos, pero también aparece otra con las tareas pendientes que acometer, a poder ser, con brevedad. El plano político no es ajeno a ello, y la vuelta de vacaciones emerge como la primera oportunidad para atender aquello que ha quedado sin hacer en 2024.

De este modo, en la lista de deberes del presidente de Aragón, Jorge Azcón, aparece marcado en rojo una tarea pendiente: aprobar los Presupuestos de 2025. Desde el Ejecutivo autonómico se sigue apuntando a la incertidumbre sobre las transferencias del Estado como freno a la presentación de las cuentas del nuevo año, con la merma de 87 millones de euros por despoblación que lastra los ingresos de la DGA.

Así lo reseñaba la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Mar Vaquero, en su última comparecencia pública antes de terminar el año. “Una vez se disponga de la información necesaria de los ingresos que provienen del Estado, estaremos en condiciones de preparar un buen Presupuesto de 2025 con certeza, con los ingresos necesarios, y daremos cuenta de ello”, apuntaba.

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Pero Vox, cuyo voto es clave para aprobar los Presupuestos, ya sea a favor o una abstención, no se cree este argumento y lo considera una “excusa de mal pagador” ante la “debilidad parlamentaria” del PP. Los de Santiago Abascal han marcado la inmigración como línea roja, mientras que Aragón ha recalcado que seguirá siendo una comunidad "solidaria". Exige, eso sí, que el Estado también lo sea y aporte más fondos a las autonomías.

“¿Va a negociar el presupuesto con el PSOE? En Vox seremos responsables y haremos valer nuestra posición parlamentaria, pero en ningún caso vamos a traicionar a nuestros votantes”, señalaba su portavoz en las Cortes, Alejandro Nolasco, que sigue esperando la llamada de Azcón.

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De manera similar lo ven desde Teruel Existe, que ya aprobó las cuentas de 2024 y que se sitúa como actor clave si Vox se abstuviera. Sin embargo, su portavoz, Tomás Guitarte, al igual que Nolasco, tampoco ha recibido una llamada del presidente. “Era evidente que se iba a prorrogar el Presupuesto. El Gobierno ni siquiera ha presentado el techo de gasto. Me imagino que lo veían tan negro que ni lo han intentado. Tampoco hemos visto ninguna voluntad de iniciar negociaciones”, decía.

Ante ello, el Gobierno de Azcón no tuvo más remedio que prorrogar las cuentas de 2024, de más de 8.500 millones de euros. Esto, ya casi habitual, por ejemplo, en Moncloa, no ocurría en Aragón desde 2019, cuando el entonces presidente Javier Lambán rehusó presentar un nuevo Presupuesto en año electoral. Desde el Ejecutivo recalcan que este hecho "no es extraordinario y está contemplado en el ordenamiento jurídico como un mecanismo que permite a la Administración autonómica garantizar la gestión de sus políticas en todos los ámbitos y competencias que tiene atribuidas".

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La única gran institución sin Presupuestos

Así, el Gobierno de Aragón es la única gran institución que no tiene sus cuentas, al menos, presentadas. El Ayuntamiento de Zaragoza tampoco las tiene aprobadas, pero la alcaldesa, Natalia Chueca, ya tiene el sí de Vox, a falta de todo el trámite burocrático, que se completará a finales de febrero o principios de marzo. Carecer de competencias en inmigración ha hecho que llegar a un acuerdo haya sido más fácil. En esta ocasión, Vox ha 'movido' algo más de 29 millones de las cuentas municipales.

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Mientras, los ayuntamientos de Huesca y Teruel sí comenzarán el año con sus cuentas ratificadas en el Pleno. La oscense Lorena Orduna tuvo que apoyarse en Antonio Laborda, concejal no adscrito tras su fuga de Vox, para que fueran convalidadas por el Pleno. En cambio, la turolense Emma Buj, con mayoría absoluta, no ha necesitado más apoyos para arrancar 2025 con nuevo Presupuesto.

Algo similar ocurre con las diputaciones provinciales. La de Zaragoza, bastión del PSOE, las aprobó el pasado 30 de diciembre con los votos del equipo de Gobierno de PSOE, CHA y En Común-IU. En Huesca y Teruel, de hecho, fueron ratificadas ya en noviembre, la primera con los únicos votos del PP y la segunda con el apoyo de Teruel Existe y PAR.