El alto precio de los locales vacíos de Zumalacárregui y Moncasi frena su reconversión en vivienda: "Cuestan el doble"
- Los promotores admiten su interés por la zona, pero creen que el elevado coste de la oferta existente dificulta la rentabilidad de las operaciones.
- Más información: Ni el Centro ni el Actur: estos son los barrios de Zaragoza con más locales vacíos convertidos en vivienda.
El alto precio de los locales vacíos en calles como las de Zumalacárregui o Moncasi, en Zaragoza, está frenando su reconversión en viviendas. El Ayuntamiento flexibilizó en 2024 la normativa para permitir esta posibilidad en aquellas zonas saturadas en las que el número de establecimientos existentes se hubiese reducido en más de un 60% respecto al momento de su declaración.
Esto ha hecho que las principales empresas del sector hayan puesto sus ojos en ellas, pero se han encontrado un importante inconveniente: unos precios que, en muchos casos, duplican los de otros barrios como Las Delicias, Las Fuentes o San José.
“Son muy caros. Si a ese coste le sumas el de construcción… Es complicado. Yo mismo tengo algún local mirado, pero tienen unos precios tan altos que hacen que no sean viables. Algunos propietarios quieren vender al precio que compraron hace 15 años. Pero ahora ya no valen eso”, apunta Fernán Archilla, socio de Glove Soluciones Residenciales.
La zona ha experimentado una importante transformación en los últimos años. Muchos de los bares se han reconvertido en consultorios médicos, centros de fisioterapia… “Los locales más atractivos han encontrado enseguida una segunda vida. Pero a los más pequeños y ‘feos’ les está costando más”, explica Fermín Gracia, vocal de la asociación La Huerva. En su opinión, todo lo que dé vida a los establecimientos sin uso es “positivo”. Sobre todo si la alternativa es “tranquila” y “llena de vida” las calles como ocurre con estas viviendas.
A su entender, es “normal” que los precios sean aquí más altos. “Es una zona cara. Estás entre Goya y Sagasta y las comunicaciones en transporte público son escandalosamente buenas”, expone.
Al margen de los precios, existe otro problema que podría hacer que estas viviendas no terminen de ‘cuajar’ en una zona como Moncasi: el tamaño de los locales. Algunos resultan excesivamente pequeños y no se ajustan a los requisitos mínimos que pide el Ayuntamiento, lo que los descarta inmediatamente como candidatos.
Lo importante, según Archilla, es que a calles que hasta ahora estaban atascadas “se les va a dar una solución”. No obstante, cree que la normativa municipal todavía podría afinarse más, ya que con los últimos cambios “se han mejorado unos aspectos y entorpecido otros”.
Al margen de Moncasi y Zumalacárregui, zonas como Madre Sacramento también son “una buena opción”. La previsión es que esta tendencia vaya a más, aunque, según reconoce, cada vez cuesta más encontrar locales aptos a un precio razonable. “Al final tienes que garantizar unas dimensiones, darle una ventilación, que tenga su luz natural… Hay muchos locales que tienen, por ejemplo, cinco metros de fachada y 20 metros de fondo sin ventana. En esos casos apenas hay opciones”, razona.
Por lo general, empresas como Glove están apostando por pisos de dos, tres o hasta cuatro dormitorios con una superficie total que oscila entre los 60 y los 110 metros cuadrados. El precio, en estos casos, está por debajo de los pisos de obra nueva. “Ahora, por ejemplo, estamos trabajando en Jaca. Hemos encontrado un par de cosas interesantes que ya estamos ejecutando. Y en Zaragoza, tenemos para entregar dos viviendas en la calle de Alicante y medio centenar de trasteros en Sagasta”, indica.