Los ocho deportistas aragoneses regresan sin premio de los Juegos Olímpicos
Los representantes de Aragón no han conseguido sumar ninguna medalla, aunque el zaragozano Juan Caamaño se ha colgado un bronce como delegado del equipo de balonmano.
13 agosto, 2024 17:39Ocho deportistas pusieron el sello aragonés en los Juegos Olímpicos de París 2024. Una importante presencia que superaba la de las anteriores citas (cinco acudieron a los de 2021). Sin embargo, y aunque había altas expectativas, ninguno de los protagonistas ha conseguido colgarse una medalla, mientras que la delegación española ha conseguido un total de 18.
La principal opción que tenía Aragón de conseguir un metal era a través de la futbolista maña Salma Paralluelo. La Selección española femenina partía como favorita para los Juegos Olímpicos, después de proclamarse campeona del mundo en agosto de 2023 y de ganar la Nations League este año. No obstante, el combinado de Montse Tomé ha estado lejos de su mejor nivel.
La participación comenzó bien, perfecta. De hecho, las españolas ganaron los tres compromisos de fase de grupos. En cuartos de final, ante Colombia, la historia empezó a complicarse, ya que España tuvo que esperar a los penaltis para conseguir la clasificación a las semifinales. Salma Paralluelo, nacida en el zaragozano barrio de San José, dio las dos asistencias que provocaron el empate y la prórroga, y anotó su pena máxima.
Así pues, la Selección tenía dos oportunidades de medalla. En las semifinales se vieron las caras con Brasil, combinado al que ya habían vencido en fase de grupos. Pero España estuvo irreconocible y cayó por 4-2, con un doblete de la aragonesa. La ilusión del oro se esfumaba.
Pese al duro varapalo, todavía podían irse con un buen sabor de boca de la capital gala. El pasado viernes debían vencer a Alemania para llevarse una medalla de bronce. No obstante, el final fue cruel para las campeonas del mundo, que vieron como las germanas vencían 1-0 y les quitaban el premio de consolación.
Al igual que Salma, los demás deportistas aragoneses se han quedado con la miel en los labios. Esther Briz y Begoña García han logrado un diploma olímpico. La remera zaragozana no pudo estar en la final de dos sin timonel, pero logró, junto a su compañera Aina Cid, el primer puesto en la final B, consiguiendo la séptima plaza en la clasificación general.
Por su parte, Begoña García, jugadora de la Selección de hockey hierba, perdió en los cuartos de final ante Bélgica, llevándose un diploma.
Con peores sensaciones se fue Jaime Pradilla, el jugador maño de la Selección Española de Baloncesto. España, encuadrada en el grupo de la muerte, no avanzó de fase en París, aun siendo un equipo que siempre da guerra. Eso sí, Pradilla cuajó una actuación muy notable en todos los minutos disputados sobre el parqué.
Cambiando de disciplina, el nadador Luis Domínguez participó en las pruebas de relevos 4x100 y 4x200 libres. En estas, el equipo español no consiguió la marca para meterse en la final y luchar por las medallas.
De un debutante a uno que acudía a sus quintos Juegos Olímpicos. El veterano Pablo Abián no pasó de fase de grupos en badmintón. Ganó el primer partido, pero Lee Zii Jia le privó de acceder a los octavos de final.
En gimnasia rítmica tampoco llegaron buenas noticias. La turolense Alba Bautista, en competición individual, y la oscense Inés Bergua, por equipos, no tuvieron sus mejores actuaciones y ambas se quedaron fuera de la final. Principalmente, el equipo español aterrizaba con esperanzas, después de haber quedado tercero en el último mundial. Bergua y compañía tuvieron que conformarse con un décimo puesto.
No obstante, los deportistas no han sido los únicos aragoneses en París. También ha habido otros profesionales en otras funciones, y en este aspecto hay que mencionar al zaragozano Juan Caamaño. Es delegado del equipo masculino de balonmano y se colgó una medalla de bronce. Los Hispanos vencieron a Eslovenia (23-22) en el partido por el tercer y cuarto puesto, revalidando el bronce logrado en Tokio y demostrando que son una Selección que no se rinde nunca.