El equipo ha realizado parte del entrenamiento en el campo opuesto a donde estaba el público

El equipo ha realizado parte del entrenamiento en el campo opuesto a donde estaba el público Real Zaragoza

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Baño de zaragocismo para comenzar el 2025… con enfado del público: “La gente cabreándose, y con razón”

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La plantilla del Real Zaragoza se ha dado un baño de masas en La Romareda con el que coger fuerzas y ánimos para afrontar una dura segunda vuelta donde remontar el vuelo perdido en los últimos dos meses. El equipo ha recibido a numerosos aficionados en el estadio municipal en un entrenamiento a puerta abierta, el segundo de la temporada, con el que recargar las pilas antes del regreso a la competición.

Era, al mismo tiempo, el primer contacto de Miguel Ángel Ramírez con su nueva afición. El técnico ha sido bien acogido por el público que se ha acercado a La Romareda, la mayoría pequeños que no han perdido la oportunidad de ver un entrenamiento de su equipo y buscar fotos y autógrafos de sus jugadores.

De hecho, desde un buen rato antes se comenzaban a ver largas filas de público esperando a que abrieran las puertas del estadio. Incluso, un grupo de aficionados ha encendido bengalas cuando los jugadores han comenzado a salir al césped, provocando una ligera humareda.

Sin embargo, no todo ha sentado bien entre la afición que se ha acercado al estadio. Y es que el equipo ha iniciado sus ejercicios con un partidillo en el campo contrario a donde se situó el público. En concreto, el club ha abierto la grada Norte para la gente, y los jugadores han trabajado en la otra mitad, junto a la lona del ya desaparecido Gol Sur, provocando el enfado y algunos pitos de los zaragocistas que han acudido a La Romareda, tal y como cuentan los aficionados presentes en el campo.

Un enfado que se ha dejado notar tanto entre los asistentes como en redes sociales. “Fatal el detalle de iros al fondo sur a jugar el partidillo. ¿Para eso hacéis entrenamiento a puerta abierta? Habéis jugado con la ilusión de los niños. Muy feo”, decía un aficionado. “Hacen el entrenamiento con puertas abiertas para los chavales y el partidillo en la otra punta del campo. Chapuceros”, comentaba otro zaragocista. “La gente cabreándose y con razón porque están haciendo el partidillo en el otro fondo. Detalle feo”, añadía otro presente en el estadio.

Después, el equipo ya se ha acercado a la grada donde está el público y han probado con disparos y remates a puerta, que sí han hecho las delicias de los aficionados presentes en La Romareda. Al finalizar, los jugadores han obsequiado a los que permanecían en la grada lanzando balones para los más pequeños.

Con ello, el equipo completa la primera semana de trabajo bajo las órdenes de Miguel Ángel Ramírez, que ha tomado las riendas del grupo tras la dimisión de Víctor Fernández y la salida de David Navarro. El técnico canario, como resaltó en su presentación, ha aceptado el reto con la idea clara de que el Real Zaragoza todavía está “a tiempo de absolutamente todo”, a cuatro puntos del playoff con toda la segunda vuelta por jugar.

La primera parada será el domingo 12 de enero en el Martínez Valero ante un Elche que poco se parece al que pasó por La Romareda allá por el mes de septiembre. Entonces, los de Sarabia no terminaban de arrancar y se llevaron un contundente 3-0 de un Real Zaragoza que se colocaba líder de Segunda con 10 puntos en 4 partidos. Desde ese momento, los expupilos de Víctor Fernández han sumado apenas 19 puntos en 17 jornadas, y los ilicitanos se han marchado a Navidad en cuarta posición y sólo han perdido 2 partidos desde aquel 8 de septiembre.

Después, el equipo regresará a La Romareda el día 19 para medirse a un Tenerife colista destacado de Segunda División y que ya va por su tercer entrenador de la temporada y que llegará a Zaragoza con todas las urgencias para aspirar a mantener la categoría. Los de Ramírez cerrarán enero en La Rosaleda ante un correoso Málaga, que ya aguantó el 0-0 en La Romareda jugando con 10 durante una hora.

No obstante, el ojo en el mes de enero no sólo estará puesto en el césped, sino que las miradas también girarán a los despachos, donde Juan Carlos Cordero tiene la misión de reforzar la plantilla con las piezas adecuadas para mantener viva la esperanza del ascenso. El equipo urge incorporaciones en varias zonas del campo para, sobre todo, ganar en consistencia defensiva, uno de los lastres del Real Zaragoza durante la primera vuelta.