Huevos al salmorrejo.

Huevos al salmorrejo.

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Así se hacen los huevos al salmorrejo: una receta de las abuelas aragonesas, rápida y rica en proteínas

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Aragón tiene un importante hueco dentro del recetario español y gracias a algunos de sus platos más deliciosos y tradicionales como el famoso ternasco, el pollo al chilindrón, la fritada aragonesa, el arroz con conejo y caracoles o los clásicos huevos al salmorrejo. De esta última es precisamente de la que vamos a hablarte y hablamos de los huevos con salmorrejo con "rr", nada que ver con el salmorejo con "r" de Córdoba.

Esta vez queremos profundizar en uno de esos platos típicos con huevo frito y en versión aragonesa, que seguro tampoco falta en la mayoría de recetarios típicos de las abuelas en Aragón. Un plato de aprovechamiento perfecto para esos días más fríos del otoño y que con el paso de los años ha ido permaneciendo y de manera cada vez más popular en la región. 

Una receta muy fácil de hacer que admite variaciones en función de lo que podamos añadir de la despensa, pero en la que hay varios ingredientes típicos que no pueden faltar y que son un absoluto imprescindible para un resultado auténtico: huevos, longaniza, lomo y espárragos.

Un plato que es fácil de encontrar en las tres provincias que conforman Aragón y que para muchos es un auténtico manjar. En cuanto a su historia, se trata de un plato con raíces muy antiguas y que solía disfrutarse a la hora del almuerzo por las gentes humildes del campo y pastores.

En cuanto al término "salmorrejo", este proviene de la palabra aragonesa "salmorra" que hace referencia a la salmuera, un líquido a base de sal utilizado para conservar carnes y otros alimentos. Una receta popular aragonesa nacida de la necesidad de aprovechar ingredientes básicos y que hoy te enseñamos a elaborar de la forma más tradicional.

Receta de huevos con salmorrejo

Para preparar unos huevos al salmorrejo para cuatro personas, empezamos dorando ligeramente 4 palmos de longaniza y 4 filetes de lomo de cerdo en una sartén, sin cocinarlos del todo, solo hasta que estén ligeramente dorados. Después, los retiramos y reservamos.

En esa misma sartén, aprovechamos la grasa que ha soltado la longaniza y freímos 8 espárragos (mejor si son de bote) junto con 4 dientes de ajo picados y un poco de perejil también picado. Antes de que los espárragos y el ajo se doren por completo, añadimos el toque secreto: un poco del agua del bote de espárragos para darle más sabor al guiso. Una vez que la mezcla empiece a hervir, volvemos a incorporar la longaniza y los filetes de lomo que habíamos apartado previamente.

Después, hacemos ocho huecos en la mezcla y colocamos un huevo en cada uno, asegurándonos de que no se toquen entre sí. Tapamos la cazuela y cocinamos unos cinco minutos, hasta que la clara esté bien cuajada pero la yema se mantenga un poco líquida.

A la hora de servir, en cada plato ponemos un trozo de longaniza, uno de lomo, dos espárragos y dos huevos, decorando con un poco de perejil por encima. Aunque no sea un plato con muy buena apariencia, su sabor es impresionante. Los espárragos y la longaniza aportan un sabor intenso que se transmite al lomo y al huevo, creando una combinación única que perfectamente podríamos saborear en cualquier restaurante de categoría.