Pueblo de Torrijas. Foto: Turismo de Aragón.

Pueblo de Torrijas. Foto: Turismo de Aragón.

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Este pueblo de Aragón tiene menos de 40 habitantes y su nombre es el de un dulce típico: es perfecto para una escapada

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Los pueblos de Aragón siguen luchando contra la despoblación. Un fenómeno de emigración a las grandes ciudades que experimentan muchos de estos pueblos aragoneses que cada vez cuentan con menos habitantes y vecinos en sus calles y casas. 

Un problema contra el que algunos de estos pueblos se animan a luchar apostando por iniciativas de empleo y vivienda o incluso nuevas iniciativas y proyectos destinados a repoblar las casas vacías de estas localidades aragonesas. En esta ocasión, queremos hablarte de uno de estos pueblos que destaca por su escasa población, pero también por su belleza y por ser una de esas escapadas perfectas para este otoño.

Hablamos en este caso, del pequeño pueblo de Torrijas. Un pequeño municipio de la provincia de Teruel que encontrarás situado en la comarca de Gúdar-Javalambre y a una altitud de 1.359 metros. Un pequeño pueblo que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2023, cuenta con una población de apenas 36 habitantes.

Este pueblo se encuentra situado entre Manzanera y Arcos de las Salinas, en plena Sierra de Javalambre. Un entorno natural privilegiado, con uno de los mejores paisajes montañosos y todo ello, rematado con sus calles y casas de piedra entre las que podemos encontrar construcciones del siglo XVI como la Iglesia parroquial de San Cosme y San Damián.

Atractivos a los que en invierno y con la llegada de las primeras nevadas se suma la posibilidad de acercarse a la estación de esquí de Aramón Javalambre, además de toda la gran cantidad de rutas y actividades en la naturaleza que pueden hacerse en este entorno.

Qué ver y hacer en Torrijas

Más allá de su naturaleza, de su nombre que recuerda a uno de los dulces más populares en España y de la curiosidad sobre su población, Torrijas es uno de esos pueblos aragoneses que te invitamos a descubrir, empezando por su iglesia de San Cosme y San Damián de estilo barroco. Dentro se encuentra una tabla sagrada de la Sagrada Familia del siglo XVI. También puedes pasear por el ayuntamiento del pueblo, de tres plantas con lonja abierta.

Otro de los edificios y construcciones que merecen ser conocidas son la ermita de Santa Catalina y la de Margarita, así como el caserío de los Corrales. En cuanto a los alrededores de este pueblo, merece la pena acercarse a ellos para disfrutar del paisaje de montaña tan bonito que rodea a esta localidad.

Otro de los atractivos de este pueblo con sus fuentes naturales como la del Pino, la del Santo, la de las Fontanetas... Algunas de ellas medicinales y recomendadas por sus propiedades curativas.

Si ya estás pensando en hacer una escapada a este pueblo, para llegar desde Teruel es necesario tomar la A-23 y la A-1514 en un trayecto de menos de una hora en coche. Mientras que si llegas desde Zaragoza simplemente tendrás que coger la A-23 en un trayecto de dos horas y media por carretera.