Por Ángel Zurita Hinojal
A los ojos de los que no saben lo que ven y no piensan lo que dicen, esta tierra desde la que te imploro ya ha pagado con creces el tributo más arbitrario e injusto que pueda imaginarse.
Además al sur hay otras (tierras) cuyos naturales están deseosos de aprovechar las oportunidades que se nos escaparon aquí.
Gracias a tu visita cambiará todo y crecerán los dólares en la manigua y sobrarán en la zafra hasta pudrirse por falta de manos para recolectarlos. Amén.
Gracias porque el accidente de Oswaldo Payá y Harold Cepero habrán sido un mal sueño inducido por el imperialista español (¡siempre los mismos!) Ángel Carromero del que, por fin, habremos despertado los incautos cubanos. Amén.
Igual que mal-soñamos cuando creíamos que los floridanos viajes desde Mariel tenían un por qué.
Lo mismo que cuando nos dijeron que, por no haber razón, Orlando Zapata no se había inmolado. Amén.
Por lo mismo cuando creímos que al general Ochoa le habían fusilado por la mayor evidencia de ser el más atinado ejemplo de lo que en España (vuelve España) se define con la expresión “chivo expiatorio”. Amén.
Del mismo modo que no ocurrió lo que nos enseñaron en las escuelas sobre que una estirpe (española, aunque su raíz fue ocultada) nos había salvado del imperialismo yanqui. Amén, amén.