El diario de sesiones del Congreso de los diputados recoge todo aquello que sus señorías dicen en tan insigne tribuna, expresión máxima de la voluntad de todos los españoles. Todo lo dicho: desde lo brillante, a lo vulgar, encuentra acomodo en él, y hasta en verso se pueden encontrar réplicas y contrarreplicas, aunque las mismas estén muy lejos de ser dignas de Gustavo Adolfo Bécquer o de José de Espronceda, y el último ejemplo de ello nos lo brindaron el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, y el presidente del Gobierno, entonces en funciones, Mariano Rajoy; dónde el primero, exhibiendo el despecho, a su entender, recibido por su formación en los últimos años por parte del PP, dijo: “…si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano”, a lo que la retranca de Rajoy, también en verso en esta ocasión, respondió: “…si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor”.
Las rimas empleadas no mejoraron ni un ápice la elocuencia parlamentaria de los dos protagonistas, quienes optaron por utilizar perfiles más propios del Club de la Comedia, en la sede en la que la oratoria de nivel ya parece marginada a un viejo recuerdo guardado en alguno de sus anaqueles, pero si quedó marcado el posibilísimo de un pacto a fraguar de cara a los presupuestos del año 2017, ¡como así, ha sido!
De aquellas sonrisas, e inicio de cortejos, éstos lodos, a través de los cuales se llega a un acuerdo con los nacionalistas, sin romper España, porque ello parece que solo ocurre cuando éstos pactan con los equivocados, aunque todo tiene un hilo conductor, que empezó con Aznar hablando catalán en la intimidad, hasta llegar ahora a la mejora del ya privilegiado cupo vasco con tres mil millones más, para conseguir el apoyo de los cinco diputados del PNV.
El artículo 14 de la Constitución española reconoce la igualdad de todos los españoles ante la Ley, pero circunstancias como la peculiaridad fiscal de lo llamado cupo vasco, también implantado en Navarra, hacen que los españoles radicados en Euskadi o Navarra, reciban unos 4.000 euros por habitante del sistema de financiación autonómica, mientras que los españoles que residen en comunidades del llamado régimen común, reciban la mitad de esa cantidad, desequilibrio fiscal que con el acuerdo ahora suscrito, dentro del marco de los Presupuestos de 2017, se agravará aún más y, lo que es peor, servirá de base para los cálculos futuros, con lo que la insolidaridad fiscal en España, entre territorios, se ahondará, camino de hacerse crónica.
Aún le falta un voto al Sr. Rajoy para conseguir aprobar los presupuestos, y parece que Pedro Quevedo de Nueva Canarias es quien está siendo objeto de deseo popular, visto lo visto, el precio por ello es fácil de calcular, son algo más de 500 millones lo que paga el Partido Popular por cada voto a favor, lo lamentable es que el dinero lo ponemos todos los españoles a costa de recortes en Sanidad, Educación, Dependencia, derechos sociales y precariedad laboral; y lo que se compra, no nos engañemos, no es aprobar unos presupuestos del Estado, sino la estabilidad en el poder de quien ya hace demasiado tiempo debería haber dimitido por sus, innegables, responsabilidades políticas en la corrupción evidenciada en su partido político, con él cómo máxima autoridad.
El Sr. Rajoy no le ha dejado al Sr. Esteban su tractor, como, en rima, le ofreció en sede parlamentaria, sino que ha terminado por regalárselo directamente, a cambio de más tiempo para sí; la buena noticia es que España no se ha roto al pactar el PP con partidos nacionalistas, recordémoslo para lo que pueda llegar en el próximo futuro.