Este lunes me apetecía escribir sobre la final de la cuarta temporada de Maestros de la costura, en TVE. ¡Ganas de taller, costuras y remiendos! Que sí, que había en la competencia debate sobre La isla de las tentaciones, pero, oye, que a uno el cuerpo le pide ya engullir cosas diferentes, remedos de frescor, ver cosas nuevas... mientras que se estrena Supervivientes 2021. Y no me arrepiento en absoluto. Oye, qué bien hecho está el programa, qué buena factura se atisba ahí.
Calidad y buen gusto a borbotones, sí señor. Raquel Sánchez Silva (48 años), impecable, embutida a la perfección en su papel y sus diseños, casi tanto como el estupendo, y siempre exigente, Lorenzo Caprile (53). Escoté y Palomo, fíjate qué cosas, sin más. Muy correctos y profesionales, eh, pero no me llegan. Se quedan a medio gas, a mi entender. Oye, que no todo el mundo sirve para brillar en televisión. La tele tiene esas cosas: o traspasar o no la pantalla. ¿Y qué me dicen de los finalistas? Cada uno con su aderezo particular. ¡Qué bien me lo he pasado, en conclusión! Solo un consejo sin importancia, ahí va: TVE, por favor, cuidad el Prime Time como antes y no terminéis a esas horas tan intempestivas y de mal gusto, como hacen las privadas. Vamos, por poneros un pero.
Qué trepidante final con el huracán Lluís y el claro favorito Ancor. Ambos, duelistas, han tenido que diseñar y confeccionar un vestido del gran Valentino. Ancor, finalmente, y sin que sorprenda a muchos, se ha alzado con el premio, el maniquí de oro, gracias al cual se ha embolsado 50.000 euros y disfrutará de un curso de formación especializad en Diseño de Moda en el Centro Superior de Moda de la Universidad Politécnica de Madrid.
El segundo clasificado, el huracán Lluís, ha obtenido un diploma Vogue de Estilismo y Producción de Moda para poder formarse con los mejores profesionales del sector y de la revista, impartido por Condé Nast College Spain en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid. Como novedad, este año el tercer y cuarto clasificado, Yelimar y Gabriel respectivamente, también han renido un premio, en este caso, un curso de patronaje unisex creado por el maestro patronista y diseñador Estanislao.
La noche no ha podido empezar más trepidante y jugosa, ¡y con la visita del magnánimo Jorge Vázquez! Lluís, Yelimar, Gabriel y Ancor se la han jugado en la primera prueba, donde cada uno de ellos ha tenido que replicar en 120 minutos cuatro modelos distintos con el sello Pertegaz. Me ha gustado la sinceridad descarnada de Gabriel; ni él mismo se creía con la suerte de haber caído en la final. Por lo que he visto en redes, no cuenta con una fama precisamente positiva en cuanto a la confección se refiere, y no lo entiendo. Sí que es cierto que para ser psicólogo de profesión cae con frecuencia en un pesimismo que, digamos, no engrosa su cartera de pacientes.
Pero tiene los pies en la tierra, a lo mejor demasiado en el barro, en el subsuelo, pero a veces es preferible a creérselo en exceso y luego pegársela: "No me visualizaba como ganador. La competencia es dura, ha habido mucho nivel. Voy a dar lo máximo de mí, pero hay que pensar en una opción b para que no me caiga un jarro de agua fría. No me voy a fustigar, he venido aquí a disfrutar, no a sufrir". Esto último me ha parecido muy inteligente por su parte, todo hay que decirlo. Al pobre mío le ha tocado el diseño de Jorge Vázquez para esta temporada, un dos piezas azul con volantes que se lo ve fácil a golpe de vista, pero que tiene una complejidad oculta que flipas. Las redes no han confiado nada en él.
Decir que Yelimar, como vengo prácticamente virgen a este terreno de costuras, me ha parecido súper mona, sensata, madura y todo un ejemplo de superación. Nacida en Venezuela, perdió su pierna derecha tras un accidente de tráfico que sufrió junto a su marido cuando escapaban de un intento de secuestro. Y esto hace que me la coma a besos y a darle abrazos sin parar. "Parte de mi intención es demostrar que las personas con discapacidad tenemos muchas posibilidades, y dije que quería normalizarlo. Lo he logrado. Eso ya es muy satisfactorio para mí. Hoy he venido con la misma ilusión y ganas de salir adelante de cuando salí de mi país", ha dicho al principio. La verdad es que, por los motivos que sea, a la audiencia no ha terminado de convencerla.
Mira que le ha tocado el peor de los vestidos, el amarillo, el que tiene kilómetros de pasamanería, y ella no ha borrado en ningún momento su sonrisa de los labios. ¡Adorable! "No está en mi diccionario la queja, no pierdo tiempo quejándome, pierdo el tiempo intentando solventar". Se merece lo mejor. Lluís es puro nervio, burbuja, efervescencia, tanto y tan grande e inabarcable como su talento. Es un tipo, aparte de bello, con una gran pericia entre costuras. Me parece un concursante diez, un joven estupendo para tenerlo en un concurso, pero no para tenerlo en mi vida: es un atropello y puro terremoto. Esas almas que te dejan seco y sin energía al cabo del día.
Se trabuca a sí mismo sin parar, gesticula, chilla para adentro y un poco para afuera. Lluís es ruido y arte, mucho arte. Ancor, en cambio, es un amor en todos los sentidos. Llama la atención lo justo, es discreto y sabe qué decir y cómo decirlo. "He dejado atrás mi baja autoestima. Siempre he tenido miedo a lo que he hecho. Aquí tengo una fuerza y una confianza muy grandes", ha asegurado. ¿Qué he notado durante el desarrollo de la primera prueba? Que Lluís y Ancor trabajan con la tensión de creerse los mejores; Yelimar, con esa calma que Dios y la vida le han dado; y Gabriel, con la tranquilidad del que sabe que no va a ser el mejor, ni siquiera el segundón.
¡Vamos a la valoración de la primera prueba! Madre mía, qué rápido pasan esos 120 minutos. ¿Quién se ha llevado la bata que lo coloca en la final directamente? Primero, el peor. Gabriel, como no podía ser de otro modo, se ha conformado con el número cuatro, la valoración más baja. Fíjate que me lo esperaba, y él también. Ha hecho un buen trabajo con ese dos piezas de Pertegaz, pero no tanto como para más parabienes: se ha dejado los bajos sin hacer. "Yo estoy satisfecho de todas formas. Gracias por valorarme", dice él, generoso como es. Con ese desprendimiento que te da no competir y solo pasarlo bien.
La posición tres se la ha llevado Yelimar, con ese vestido tan complejo de pasamanería que le han hecho replicar a la pobre: "Estoy orgullosa". Se le ha olvidado ponerle el lazo en la cintura a su réplica, pero ha realizado un trabajo "muy digno". El terremoto Lluís se ha quedado en el 2... Ay, el talento mal dosificado. ¡Ancor se ha colocado la bata y no irá a Exteriores! ¡El primer duelista! "Has sabido meterte en la piel de Pertegaz perfectamente", le ha hecho ver el jurado, entregado. ¡Más cosas! La siguiente prueba es ya un clásico: confeccionar un vestido de novia. Se ha celebrado en el Castillo de Viñuelas, testigo de los 'sí, quiero' más bellos de todo Madrid.
Para esta prueba, han tenido invitados sorpresa: Rossy de Palma (56), Lorena Castell (40) y Rappel (75). Importante dato en esta prueba, rizando el rizo: los vestidos han sido diseñados por los propios jueces. Ahí, ahí, añadiendo nervios y complejidad. ¡Las caras de los finalistas eran un poema! No sabría decir cuál de los vestidos era más difícil de confeccionar, hechos todos con mala baba a espuertas. Yo me he quedado loco. Yelimar replica a Caprile -que Dios la coja confesada-; Gabriel elige a Escoté; y, por último, el tsunami Lluís se queda con Palomo Spain.
Durante esta segunda prueba, Lorena Castell se ha emocionado hasta la lágrima con el testimonio desgarrador de Yelimar, el del accidente que sufrió con su marido, el cual se llevó la peor parte y tiene ambas piernas amputadas. Además, todos han aprovechado la visita de Rappel para que este les echase las cartas: Lorenzo tendrá mucha buena suerte en el trabajo, Maestros de la costura tendrá nuevas temporadas y Palomo se enamorará perdidamente. Menos mal que el señor ha ido para eso, porque lo que se dice ayudar a Gabriel... más bien poco. ¡Valoraciones! Gabriel siente no poder haberle hecho un homenaje mejor a Escoté, y ella le quita la idea: "Quítate esa espinita, me has rendido el mayor homenaje: verte trabajar con este vestido tan complicado".
Caprile está emocionado con Yelimar: "Solo puedo decir gracias. El vestido era muy complicado". Y Palomo se muestra feliz con la réplica de Lluís: "Me quito el sombrero". Gabriel es el cuarto clasificado, Yelimar se ha convertido a su vez en la tercera clasificada, por lo que Lluís ha ido directamente a la final con Ancor. Para mí, la verdad, al contrario que en Twitter, no ha sido nada previsible: ¡los últimos minutos pensaba que se colaba Yelimar! La última prueba, como no podía ser de otro modo, ha sido trepidante y reñida. ¡Los cuchillos volaban entre Lluís y Ancor! Sí, sí, cuchillos sanos y todo eso, pero afilados. Afiladísimos.
[Más información: ¿'Maestros de la costura 4'? Puntos fuertes y débiles de los finalistas]