Los guionistas de Cuéntame cómo pasó han vuelto a demostrar una vez más por qué la longeva serie de La 1, en colaboración con Ganga Producciones, es una de las mejores de la historia de nuestra ficción. Y lo han hecho brindando una de las despedidas más emotivas y bellas que se recuerdan a un personaje de ficción.
Hace unos días, La 1 de TVE mandaba una nota a los medios anunciando que el capítulo de este jueves 20 de mayo, titulado Dame alas, se diría adiós a uno de los grandes personajes que ha creado la televisión española en las últimas décadas, sin revelar por supuesto su identidad.
De esta forma, hasta el final del capítulo de este jueves no se descubría quién era ese gran personaje al que la audiencia iba a decirle adiós tras más de veinte años... aunque obviamente sólo en la trama del futuro.
En 2020, la familia Alcántara se reúne en Sagrillas para una inspección de los viñedos, una vez que los abuelos Antonio y Mercedes ya han recibido su vacuna. Es un día lluvioso que permanecerá en la memoria de todos para siempre.
Allí la familia decide comer toda junta hasta que Antonio le pide a su hijo Carlos (Carlos Hipólito) que le lleve a dar un paseo por sus viñas. "Conozco todas las piedras del camino", les dice para tranquilizarles ya que sus familiares piensan que puede caerse.
La serie entonces empieza a mostrar imágenes del pasado de Antonio viviendo grandes momentos con su familia en esos viñedos, y acompañadas por la bella Canción de las simples cosas, de Mercedes Sosa. "Las mejores cosechas que hemos tenido en estas viñas fueron cuando estuviste con Damián. Lo que pasa es que te cansaste", le dice a Carlos, que le ayuda a sentarse en una silla que han colado en las viñas para que las pueda contemplar tranquilamente.
"¿Por qué no le dices a tu madre que venga un ratín que está el paraje muy bonito y de paso le dices que la quiero mucho?", le pide entonces a su hijo, que desaparece para buscar a Mercedes.
Es entonces cuando las raíces de las viñas empiezan a crecer para atar a la tierra a Antonio, quién se da cuenta que ha llegado su hora. Intentar romperlas ya que aún no ha podido despedirse de su mujer, pero entiende que no puede luchar contra ello.
Aparece entonces un niño que le cuenta que es el bisnieto de Salvador. "Cuando le veas dile que le mandas saludos Antonio Alcántara", le dice. "Ya no está. Se fue p'arriba", contesta el niño. "A mí siempre me han llamado el p'arriba porque de niño miraba siempre para el cielo", añade.
"¿Tú sabes por qué las uvas crecen en racimos? Porque son como una familia. Crecen juntas, se necesitan porque son como una familia y se ayudan a madurar. A veces una se pone pocha y no dejan que se caiga porque son una familia. Recuérdalo porque sino nunca harás buen vino", le dice en un emotivo discurso final con un racimo de uvas en las manos, que cae al suelo cuando Antonio deja de respirar y su mano toca el suelo. Una escena que a muchos probablemente les recordará a la muerte de Vito Corleone en El Padrino, quién cae al suelo de su huerto mientras juega con su nieto.
Tras la emotiva muerte de Antonio, justo en ese momento Mercedes siente que algo ha pasado y se acerca a la ventana del restaurante donde habían estado comiendo y mira al cielo diciendo: "No te vayas muy lejos, mi vida". Una despedida redonda para un personaje redondo.