De la 'chanson française' al rock sucio y lúbrico: Eurovisión 2021 será cosa de Italia o Francia
- Tras dos años de espera, este sábado 22 de mayo se celebra la gran final de la 65ª edición del Festival sin una clara favorita para la victoria.
- Eurovisión muestra cómo será la actuación de Blas Cantó del próximo sábado
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Eurovisión celebra este sábado la que probablemente sea su final más esperada. La pandemia arrebató a los amantes del Festival el privilegio de disfrutar de este evento el año pasado, obligándoles a sufrir durante 735 interminables días. Ahora, por fin, ha llegado el momento de volver a unir a millones de personas a través de 26 actuaciones que bien podrían ser el resumen de los sentimientos que hemos experimentado en esta larga espera.
Ese tiempo extra para preparar las candidaturas y el deseo de cumplir las expectativas de unos fans ansiosos pueden estar detrás del hecho de que esta sea una de las finales más abiertas que se recuerdan. Tras los primeros ensayos y las dos semifinales, a las favoritas Francia, Suiza y Malta se sumaban otras propuestas como Bulgaria, Islandia, Ucrania o Italia, que actualmente ocupa el primer lugar en unas apuestas que no han parado de moverse.
A pesar de la incertidumbre, Francia e Italia comienzan a despuntar como claras favoritas para alzarse con el primer puesto, lo cual supondría el primer triunfo para el Big Five desde 2010, cuando la alemana Lena logró la victoria con el tema Satellite.
La francesa Barbara Pravi encandiló a los eurofans desde que interpretó por primera vez su elegante Voilà en la preselección gala, un tema cuyo estilo guarda similitudes con grandes mitos de la chanson française como Édith Piaf o Charles Aznavour.
La canción, además, ha formado parte de la docuserie de Rocío Carrasco en Telecinco, en cuyo plató se pudo ver a la artista interpretándola en directo y demostrando su potencial en un formato con los mínimos recursos.
Francia promete enamorar a los espectadores del Festival con una solemne propuesta que se basta de la presencia de Barbara y su hechizante voz para triunfar. Con una cuidada realización, la candidata convertirá el inmenso escenario del Ahoy en un íntimo rincón iluminado por delicados haces de luz blanca. Sería la primera vez en 33 años que una canción en francés obtiene la victoria en Eurovisión desde Celine Dion en 1988 con Ne partez pas sans moi.
Todo lo contrario mostrarán los representantes de Italia. El grupo Måneskin incendiará Europa con Zitti e Buoni, un tema que ofrecerá el rock más 'sucio' y puro de esta edición de Eurovisión, frente a los sonidos más pop de los otros rockeros de la final, los finlandeses Blind Channel.
La arrolladora presencia del vocalista Damiano y la frenética puesta en escena son dos de los puntos fuertes de la propuesta italiana, en la que también jugará un papel fundamental la pirotecnia y la gran plataforma iluminada con potentes focos.
Måneskin dio la campanada al imponerse por sorpresa a otros favoritos en el Festival de San Remo y amenaza con repetir la hazaña en Eurovisión. De hecho, Italia es favorita en apuestas para la victoria desde que se pudo ver un fragmento de su segundo ensayo el pasado 15 de mayo. Los azurro no ganan el Festival desde 1990 con Toto Cotugno y, desde su vuelta en 2011, han obtenido dos segundos puestos (2011y 2019) y un tercero (2015).
Esperado acontecimiento
La chipriota Elena Tsagrinou será la encargada de abrir la gran final de este sábado con El Diablo, calentando motores y encandilando a Europa con su espectacular belleza y su impecable interpretación y baile. En este primer bloque también actuarán la favorita hasta su llegada a Róterdam, Malta, y las serbias de Hurricane, que han arrasado en YouTube con más de 3 millones de visualizaciones y son serias candidatas a ganar el televoto.
España será la encargada de cerrar el primer ecuador de la final con Voy a quedarme, permitiendo así a la organización que retire a tiempo la gran luna de siete metros de diámetro que utiliza en su puesta en escena. Blas Cantó actuará por tanto en el puesto 13, una posición que antes sólo han ocupado dos españoles: Serafín Zubiri en el año 2000 y David Civera en 2001. Lo hará entre Islandia y Moldavia.
San Marino, por su parte, clausurará las actuaciones con la carismática Senhit, que tras varios días de incertidumbre confirmaba la presencia del rapero estadounidense Flo Rida sobre el escenario del Ahoy para acompañarla en la intepretación de Adrenalina. El cantante, quien ha colaborado con estrellas como David Guetta, Pitbull o Jennifer López, ha mostrado su intención de participar en America Song Contest, la versión americana de Eurovisión.
El americano no será la única estrella internacional que participe en esta edición del Festival, pues Bélgica estará representada por el conocido grupo Hooverphonic, que daba la sorpresa clasificándose para la final con la subestimada The wrong place. La banda belga cuenta con varios temas conocidos internacionalmente, entre los cuales destaca Mad about you, el mayor éxito de su carrera hasta la fecha.
Pese a que la UER y las emisoras neerlandesas organizadoras han establecido estrictos protocolos para preservar la magia del evento, lo cierto es que los tentáculos del coronavirus han acabado alcanzando al Festival. El contagio de uno de los miembros del grupo Dadi & Gagnamagnid impedirá que Islandia pueda actuar en directo en esta final, aunque el público podrá ver la grabación del segundo ensayo de la banda, que realizó un número impecable y, gracias a la tecnología, no ha perdido sus opciones para optar al micrófono de cristal.
Quien tampoco podrá estar en el Ahoy será Duncan Laurence. El ganador de Eurovisión 2019 ha dado positivo en Covid-19 y no va a poder actuar en la gala ni entregar el trofeo al nuevo vencedor del Festival. Eso sí, aparecerá con una actuación grabada de su tema ganador Arcade y su nuevo single Stars.
Estos contratiempos, sin duda, han supuesto un duro mazazo para los afectados y para todos los que añoraban un Festival celebrado en condiciones de 'normalidad', pero no impedirán que millones de eurofans alrededor del mundo vuelvan a vibrar al escuchar el mítico "good evening, Europe" tras ver desfilar las 26 banderas.