En el episodio 22 de la tercera temporada de Los Simpson, Milhouse, el mejor amigo de Bart, se echa una novia, Samantha, con la que está todo el día dándose besos. Bart no entiende qué tiene eso de gracioso, y el chico de pelo azul le responde: “No es solo el beso, lo mejor es mientras esperas el beso. Sabes, es como cuando abres una tarta helada y esperas un poquito a que empiece a derretirse”.
En ese momento de esperar el beso, o la tarta helada, me encuentro en este momento con respecto a Drag Race España. Conocemos a la presentadora Supremme de Luxe, quien ya se pasea por algunos programas de televisión como Pasapalabra para que nos familiaricemos con ella. Lo mismo está haciendo Ana Locking, jurado del programa, y también presentadora del programa derivado Tras la carrera, donde entrevistará a la eliminada.
A los Javis los hemos vuelto a ver en Mask Singer, y hasta hemos tenido una primera toma de contacto con las diez participantes en el anticipo Meet the queens, donde han mostrado unas pequeñas pinceladas de su personalidad. Ahora solo hace falta hincar el diente al primer episodio, que llega este domingo a las ocho de la tarde a ATRESplayer PREMIUM. Racers, arranquen motores y que gane la mejor drag queen.
Desde hace años soy seguidor fiel del formato matriz, y también, de sus versiones internacionales, y, aunque soñaba con su desembarco en España, pensaba que eso sería imposible. Que, como mucho, nos llegaría alguna de esas fotocopias no autorizadas que hay en otros países, como La más draga de México, House of Drag en Nueva Zelanda o Queen of Drags en Alemania.
Atresmedia se ha lanzado a la piscina en su primer gran formato de entretenimiento. Un talent show valiente y divertido, que promete mantener la esencia estadounidense, pero con un gran sabor a lo español. Un producto televisivo que explicará nuestra forma de entender el mundo del espectáculo, y también el transformismo. Que dejará claro que nuestras vedettes de revista no tienen nada que envidiar a las showgirls de Las Vegas.
Desde 2020 hemos visto Drag Race en su versión de Canadá, Holanda, Reino Unido y Oceanía, y espero que ese rodaje internacional sirva para que Drag Race España tenga pocos fallos. Y es que en las diferentes ediciones internacionales se han visto pequeños errores, cosas que no terminaban de funcionar, como el triplete de presentadores canadienses, o que algunas pruebas tan míticas como el Snath Game se lleven a cabo demasiado pronto, cuando las reinas no tiene rodaje suficiente, tal como sucedió en Oceanía.
Un programa que no tiene un "código" para ganar
Tengo mucha curiosidad por saber qué harán Arantxa Castilla-La-Mancha, Hugáceo Crujiente, Carmen Farala, Inti, Dovima Nurmi, Vulcano, Killer Queen, Pupi Poisson, Sagittaria y The Macarena. Si habrán hecho bien sus deberes e irán preparadas para enfrentarse a pruebas de costura, canto e interpretación, o si solo se aferrarán a sus fortalezas previas.
Mama Ru nos ha dejado claro que a Drag Race hay que ir a divertirse, y a hacer reír al público. Que buscar la perfección de forma metódica y taciturna no es el camino al éxito, y que es importante buscar el foco en cada momento. Las estrategias diseñadas en casa sirven de poco. Muchos fans del programa recordarán cómo en la temporada 7 de RuPaul’s Drag Race Sasha Belle aseguró haber descifrado "el código" del programa, tras haber visto y analizado varias veces todas y cada una de las temporadas previas. Un esfuerzo que fue ínutil, pues fue la segunda expulsada.
Desde que se anunció la noticia llevo haciéndome preguntas como que a qué personajes se interpretarán en el Snath Game. ¿Se tirará por celebridades contemporáneas, relacionadas con las redes sociales, como Dulceida o Soy Una Pringada, o se tirará por algo más clásico como Carmen Sevilla? ¿Qué figura centrará el Rusical? ¿Habrá alguna doble expulsión o salvación?
En esta era virtual los spoilers están a la orden del día, pero como espectador prefiero ver el programa virgen, para que me sorprenda. Sin analizar cada frame de las promos, sin querer adelantarme a los acontecimientos. Enamorándome de cada reina, alegrándome por la que se queda, sufriendo por la que no ganó, o quejándome de una victoria robada. Porque reconozcamos que no hay edición de Drag Race sin su correspondiente ración de malas decisiones por parte del jurado, y espero que ni en eso nos decepcionen.
El importante mensaje transversal de ‘Drag Race’
Una de las cosas que más me alegra de la llegada de Drag Race España es cómo ayudará a la sociedad a reflexionar, a abrir su mente, en la línea de lo que ha sucedido con Veneno. Y es que, como ya analizamos en estas páginas, Drag Race siempre ha tenido un importante mensaje de tolerancia y de integración, pues sus reinas, antes o después, terminan abriéndose y narrando los episodios que han vivido por ser como son y vivir la vida tal y como la entienden.
Por citar algunos ejemplos, Dusty Ray Bottoms contó cómo huyó de un centro religioso donde le metió su familia por ser homosexual, y cómo le habían hecho exorcismos. Nina West narró el acoso y las amenazas de muerte por homofobia que vivió en su época universitaria, y Trixie Mattel tiene ese nombre drag porque hizo del insulto su escudo. “Cuando estaba siendo sensible o actuando de forma femenina, mi padrastro me llamaba Trixie. Durante años, fue una de las palabras que más odiaba, así que elegí Trixie, que tanto daño me hizo, como nombre drag. Ahora es algo de lo que estoy orgullosa”, narró.