La más que cuestionable vacunación de la Selección Española sigue dando mucho que hablar. Este mismo miércoles, el representante de España en el pasado Festival de Eurovisión, Blas Cantó, le recordó al ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, que nadie vacunó a la delegación española.
"A nosotros no nos vacunó nadie en una competición internacional. Ministerio de CULTURA Y DEPORTE. De nada", escribió el cantante, dejando en evidencia el trato de favor que se está dando a los futbolistas. El artista, además, ha utilizado la etiqueta #LosMayoresPrimero en su mensaje.
Unas palabras que este jueves eran cuestionadas por Ana Rosa Quintana en El Programa de Ana Rosa, en Telecinco. "Representa a Televisión Española por España. Él va solito y se pone en un escenario amplio. Los jugadores se chocan unos con otros, saltan entre gotas de sudor, se escupen...", dijo la presentadora demostrando un gran desconocimiento sobre el Festival y demostrando una vez más que en este tipo de tertulias se opina de todo aunque se desconozca el tema.
Y es que Cantó no fue "solito" hasta Róterdam. Es más, el joven murciano no sólo fue acompañado por sus cinco coristas, sino también por una delegación de hasta 20 personas entre las que se encontraban miembros de su management, la jefa de delegación española, periodistas, cámaras... Un número, eso sí, menor al de otros años debido al COVID.
Pero, además, los cantantes que acuden a Eurovisión no sólo se actúan "en un escenario amplio". Durante las dos semanas de ensayos conceden entrevistas a cientos de medios, comparten espacios en el estadio con otros artistas u hoteles con otras delegaciones...
De hecho, los primeros casos positivos de COVID que se detectaron en la edición de este año en Róterdam tuvieron el foco en un hotel en el que encontraban los artistas de Islandia, Polonia, Malta y Rumanía, lo que obligó a todos ellos a guardar cuarentena y a realizarse pruebas PCR.
A todo ello hay que sumarle que la delegación española ha sido una de las más responsables antes, durante y después de la celebración de Eurovisión, tomando todas las precauciones y medidas de seguridad necesarias.
Así, por ejemplo, el evento de despedida de Cantó que se celebró en el Teatro Monumental de Madrid tuvo lugar una semana antes de su partida a Róterdam para así guardar la cuarentena que recomendaban las autoridades sanitarias holandesas. También se realizaron test de antígenos a la prensa acreditada y se redujo al máximo al aforo.
Asimismo, durante su estancia en Róterdam, TVE limitó mucho los movimientos del cantante y su equipo, con muy pocas salidas del hotel y el estadio e incluso concediendo algunas entrevistas por videollamada. Tanto es así que incluso las habituales declaraciones que concede nuestro representante tras finalizar el Festival se decidió que fuera vía Skype. La orden era clara: regresar a Madrid sin ningún caso positivo. Y así fue. La Selección Española no podrá decir lo mismo.