Duro revés para la familia del fallecido periodista José María Íñigo en su batalla contra RTVE, a la que denunciaron por ser responsable del tumor que acabó con la vida del profesional al estar causado por una intoxicación con amianto en TVE.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha desestimado el fallo previo del Juzgado de lo Social Nº 2 de Madrid, en el que se consideraba probado que la exposición prolongada al amianto presente en el material de aislamiento acústico de los estudios de RTVE le generó el mesotelioma maligno epiteloide que causó su muerte.
Según publica Vertele, el TSJ considera que no queda demostrado que Íñigo estuviese expuesto al amianto ni que el mesotelioma fuera provocado por la exposición indirecta al material, por lo que no hay responsabilidad por parte de RTVE.
El órgano sustenta su decisión en que existe un 10% de los casos similares en los que la intoxicación no se produjo dentro de TVE.
De esta manera, la viuda de Íñigo mantendrá su actual pensión intacta, al no reconocerse el cariz de la enfermedad de su esposo. Tampoco recibirá los 100.000 euros de indemnización que se habían estipulado.
Mientras, RTVE consigue que no se cree jurisprudencia en su contra de cara a otros casos similares por intoxicación por amianto. Algo de lo que han sido plenamente conscientes ya que durante tres años realizaron obras en el Estudio 1 para eliminar dicho material.
Según la sentencia previa del Juzgado de lo Social número 2 de Madrid, el amianto es un material friable que puede desprender fibras al ambiente debido a las vibraciones provacadas por actuaciones musicales, aplausos o gritos del público, entre otros motivos. Así, la exposición prolongada a esas fibras pone en riesgo a todos los trabajadores presentes en plató, así como al público asistente.
Desde 1974, el comunicador trabajó de forma intermitente en espacios de RTVE como Directísimo, Fantástico o Estudio abierto, muchos de los cuales tenían como plató el Estudio 1 de Prado del Rey, para cuya construcción en 1964 se empleó fibra de amianto como aislante acústico.
La defensa de RTVE, por su parte, alegó en un primer momento que, basándose en la vida laboral de José María Íñigo, la exposición a la fibra de amianto podía haberse producido en su experiencia anterior en una empresa de neumáticos. Sin embargo, la abogada de la viuda y de los hijos del presentador desmontó esa tesis asegurando que el período máximo de latencia de la intoxicación por amianto es de 40 años, mientras que el comunicador presentó síntomas más de seis décadas después de aquella experiencia laboral.