Las necesarias reflexiones de Amaia Romero y Jaime Lorente en 'Salvados' sobre salud mental
Ambos artistas se abrieron con Gonzo sobre cómo el éxito les pasó factura de ansiedad y tristeza.
31 enero, 2022 09:59Noticias relacionadas
Este domingo Salvados trató sobre la salud mental y habló con varios jóvenes sobre sus problemas. Entre ellos, Gonzo contó con el testimonio del cantante Jaime Lorente, conocido por series como La casa de papel y El Cid, y Amaia Romero, ganadora de la edición 2017-2018 de Operación Triunfo y representante de España en Eurovisión en 2018 junto a Alfred.
Ambos coincidieron en una cosa: sufren el síndrome del impostor, que les hace creer que lo que les pasa no se lo merecen, porque no son suficientemente buenos. Y tuvieron que dar un paso adelante para ir al psicólogo para arreglar aquello que no funciona en sus cabezas. “En el momento de que me di cuenta de que algo no iba bien, no me fue complicado ir al psicólogo”, explicó la navarra. “Ahora mismo tengo inseguridad y ansiedad, pero las llevo mejor”, decía por su parte Lorente, que cree que el psicólogo no te arregla los problemas sino que te da herramientas. Además, el actor pidió romper estigmas alrededor de la salud mental, para que no se vea como a un “loquito” a quien va al psicólogo.
A Lorente, el éxito alcanzado con la serie La casa de papel, donde interpreta al atracador Denver, le ha hecho “sufrir”. “He luchado por un sueño que no era mío”, reconocía, a la vez que rememoraba tiempos en los que “no ganaba un duro y era feliz”. Reveló que ha tenido días de “querer dejarlo todo” y que ha sentido “el amor de la gente, pero me paraban por la calle y me pedían una foto y me consideraba un 'souvenir', nadie me preguntaba cómo estoy”. “Necesito que la gente me mire como una persona normal, déjame fallar”, pedía el actor, algo en lo que Amaia coincidía.
Por su parte, Amaia recordó que “desde que terminó Operación Triunfo estuve un año sin ser consciente de lo que había pasado”, y que tras nueve meses viviendo en Barcelona se dio cuenta de que estaba “desganada con todo”. “Me veía sin derecho a sentirme mal porque lo tenía todo”, se lamentó la joven, que también verbalizó sus inseguridades. “Me comparaba con otras chicas y me sentía fea”, admitía, en referencia a las redes sociales y cómo le ha costado mostrarse por allí.