Mila Ximénez falleció el pasado 23 de junio, y justo el día que se cumplían 8 meses después de su defunción su hija Alba Santana quiso entrar por teléfono en Sálvame. No lo hacía en forma de homenaje, sino para aclarar algunos puntos referidos a la herencia que habría recibido de sus padres, pues según la revista Lecturas su padre Manolo Santana la habría desheredado y de Mila habría recibido tres millones.
“Desde que nací, siempre he salido mucho en la prensa, y para mí siempre ha sido un orgullo ser hija de quien soy. Se me ha respetado casi siempre. Pero estas últimas semanas, no sé cómo manejar la situación”, reconocía Alba, que estaba muy emocionada durante toda la llamada. Entre otras cosas, expuso cómo ha habido prensa que se ha trasladado hasta Países Bajos, donde reside, para saber dónde vive. Algo que le crea “mucha ansiedad”.
“Me encuentro con una portada en un medio, que para mí era medio amigo, porque trabajaba mi madre en él, y que tenían mi número de teléfono para haber contrastado”, se quejó también Alba, y justo después desmintió la noticia. “Ni mi padre me deshereda ni mi madre me deja esa cantidad de dinero”, añadía. Del mismo modo, lamentó “que no deja de llamarme gente a mi teléfono, y no sé quién les ha dado mi número”. Y alzó la voz para decir que no hará declaraciones públicas y que solo quiere seguir con su vida como hasta ahora, con sus hijos y su marido, para lo que pidió a ayuda al programa, y por extensión, a toda la prensa.
Jorge Javier Vázquez aprovechó la ocasión para lanzar un guante públicamente a Alba para que visite Sálvame. “Ojalá puedas estar aquí una tarde. Creo que nunca la recordamos lo suficiente, nos ha dejado tal vacío que nos deja ese punto de que todo nos parece poco”, decía, en referencia a la ausencia de Mila Ximénez. “Ojalá llegue el día, dentro de un año, dentro de dos, de tres, que vengas aquí y nos tiremos una tarde entera recordando vídeos, momentos, peleas, cabreos, salidas del plató, reconciliaciones y risas de Mila. Ojalá pueda producirse en algún momento, porque querrá decir que la herida sigue abierta, pero más sanada”, proponía a Alba, poco antes de que la llamada finalizase.
Desde el plató todos los colaboradores tuvieron palabras de cariño hacia Alba y hacia la memoria de Mila Ximénez, a la que dedicaron un mural en el plató donde se graba Sálvame. “Yo he estado 13 años al lado de Mila. Y el momento más tierno de ella por la tarde era cuando os escribíais mensajes, y la decías que estabas viendo el programa”, comentó Kiko Hernández, gran amigo de Mila, e invitó a Alba para ir algún día a su casa y que así sus hijas puedan conocer a los nietos de Mila.