Eurovisión 2022 está a la vuelta de la esquina y desde hace unos días las distintas delegaciones ya pisan el escenario del Pala Alpitour de Turín para ensayar sus puestas en escena de cara a las semifinales que tendrán lugar el 10 y 12 de mayo, antes de la gran final del sábado 14.
Mientras los representantes y sus equipos cierran los detalles de sus actuaciones y los eurofans de todo el mundo están atentos a cualquier información que pueda adelantar algo de lo que se podrá ver en el certamen, la marca Eurovisión no ha parado de sumar polémicas que han ensombrecido esta edición prácticamente desde el principio.
1. El veto a Rusia
El primero de los asuntos comprometidos que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) tuvo que afrontar fue la invasión de Rusia a Ucrania en febrero. La decisión de Putin de violar las fronteras con su país vecino obligó a la institución a actuar, sobre todo tras la presión de muchos de sus socios, que exigieron la expulsión de los medios rusos de la organización y que, por tanto, no pudieran participar en Eurovisión. Finalmente, la UER optó por vetar a Rusia del certamen este año, pero no accedió a la petición liderada por la televisión ucraniana para expulsar al país del organismo.
2. Adiós a los medios especializados
Pero las complicaciones en Eurovisión 2022 no solo han venido por asuntos políticos. La forma en que la UER y la RAI, televisión pública de Italia, están gestionando la organización del certamen este año también ha generado controversia. Uno de los aspectos más criticados ha sido el del reparto de acreditaciones a medios para dar cobertura al Festival. Y es que la organización ha decidido apartar sistemáticamente a los medios especializados en Eurovisión para dar prioridad a los grandes medios generalistas y, sobre todo, para potenciar el contenido exclusivo a través de los canales oficiales.
3. Escaso contenido exclusivo
A pesar de la intención anunciada de crear "contenido más atractivo y exclusivo que nunca", lo cierto es que en los primeros días de ensayos apenas se han publicado fotografías y pequeños fragmentos en vídeo a través de la web y las redes sociales del certamen.
Los altos precios de las entradas, la escasa información sobre las remesas disponibles y la fecha extraordinariamente tardía en que salió a la venta la primera tanda de boletos también han provocado las críticas de muchos eurofans que esperaban poder asistir a la celebración del Festival en un país cercano a España.
4. Problemas técnicos
Pero si hay un aspecto que ha truncado las ilusiones de muchos seguidores del certamen, ese ha sido el inconveniente de última hora con el 'sol cinético', el semicírculo formado por aros giratorios que cuentan con focos por uno de los lados y pantallas LED por el otro. Más allá de las distintas opiniones que ha generado este elemento, es innegable que habría aportado una gran versatilidad a los números gracias a las múltiples posibilidades que ofrecía; sin embargo, finalmente este sol será un elemento estático gigante debido a un problema que no se previó en el diseño y construcción del escenario.
Tal y como publicaron varios medios italianos y ha acabado confirmando la UER, la velocidad con la que giran los arcos impide que se puedan preparar las puestas en escena con el tiempo que hay entre una y otra actuación. Por este motivo, el organismo y la televisión italiana han decidido dejar el sol en una posición fija para garantizar que las 40 actuaciones se produzcan en igualdad de condiciones, obligando así a varias delegaciones a adaptar in extremis sus propuestas escénicas.
5. Censura a Albania
Por último, de momento, hay que destacar otra polémica que ha provocado mucho ruido en las redes sociales. Tras el primer ensayo de Albania, la web oficial de Eurovisión compartía unas fotografías de la representante, Ronela, junto a su cuerpo de baile ataviados con el vestuario de la actuación -todos los bailarines van sin camiseta y con una falda negra- llevándose la mano a la entrepierna como parte de la coreografía.
Misteriosamente, esa imagen acabó desapareciendo de los canales oficiales y desatando los rumores que aseguran que la organización pretende exigir que Albania modifique las partes más sugerentes y provocativas de su coreografía. Una vez más, ni la UER ni la RAI se han pronunciado al respecto, alimentando así los comentarios que están convirtiendo Eurovisión 2022 en una de las ediciones más polémicas de los últimos años.
[Más información: La UER veta a Rusia de Eurovisión 2022 tras su invasión a Ucrania, pero no la expulsa del organismo]
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