El pasado 27 de mayo, Aquí la tierra cumplía ocho años en antena. Un aniversario agridulce para el programa que presenta Jacob Petrus cada tarde de lunes a viernes y Quico Taronjí en su emisión los domingos. El formato producido por Catorce Comunicación es uno de los formatos más altamente valorados por la crítica y el público, ha recibido una Antena de Oro y un Premio Ondas entre otros galardones, y su 10% de cuota media le convierten junto a MasterChef en uno de los pocos éxitos de la televisión pública en términos de audiencia. Aunque desgraciadamente los cumple cuando precisamente La 1 vive una de sus peores rachas con una alta tasa de desconexión por parte de los espectadores.
Sin embargo, Aquí la tierra es mucho más que datos de share. Un programa de divulgación, climatología y gastronomía que cumple a la perfección lo que espera la gente de una cadena pública. Aunque no lidera su franja de emisión -algo que parece imposible frente al gigante de Pasapalabra- pelea con todas sus fuerzas por arrebatarle la segunda plaza a Ya son las ocho. Si bien, y dada la media de Telecinco, el programa vespertino de Sonsoles Ónega puede considerarse como un fracaso, no así Aquí la tierra, situado alrededor de un punto por encima de la media de La 1.
Y aunque la actual no es su mejor temporada -en 2018, obtuvo una media del 12% y 1,6M-, ha incrementado la franja desde que se estrenara en 2014. Durante ese año y en 2015, el programa batallaba entre el 6% y el 7% de share. Hasta que el programa empezó a asentarse, ganar adeptos y conseguir la audiencia fiel que tiene hoy en día.
Los datos de las tardes de La 1, donde pronto aterrizará un nuevo serial que lleva por título La promesa, son preocupantes. La semana pasada cancelaba España Directo debido a sus bajas audiencias; la reposición de Downton Abbey terminará su periplo sin relevancia; Servir y Proteger presenta su peor temporada en audiencias; y El Cazador, aunque gira en torno a la media mensual de La 1, tampoco es un formato competitivo para hacer frente al resto de cadenas, incluido las autonómicas. ¿Tiene la cadena en sus tardes la solución a sus maltrechas audiencias? ¿Debería darle mayor peso a Aquí la tierra en su programación?
Hace días, nos preguntábamos si un macín clásico era el revulsivo que necesitaba La 1 en la franja de 16 h a 21 horas pero ¿y si ya lo tiene y aún no le ha sacado todo el partido que debiera? Lo que está claro es que Aquí la tierra ya tiene un nombre trabajado con los años, una personalidad y entidad propia, un equipo rodado y formado y una audiencia que lo reconoce enseguida. Dotar al programa de más tiempo y más medios podría ayudar a que La 1 levantara sus registros vespertinos aunque, cómo no, también es un movimiento complicado y máxime cuando en la televisión impera una ley no escrita que dice que, si algo funciona, ¿para qué tocarlo? Sin embargo, quien no arriesga, tampoco puede saber si puede ganar y La 1 no tiene mucho más que perder en la que es una de sus franjas malditas.
Serie + El cazador + Aquí la tierra
Durante años, La 1 se ha caracterizado por ser un batiburrillo de formatos en la tarde que da la sensación de que no sabe por dónde ir, ni por cuál formato apostar. Series por doquier, concursos varios, recuperación de viejos éxitos sin atino… Tan solo Aquí la tierra mantiene su cita a las 20 horas con una audiencia estable. El espectador ha cogido el hábito de poner La 1 a esa hora y eso es precisamente lo que le falta a la primera cadena pública: volver a fidelizar al espectador y que éste tenga costumbre de elegirla cada día.
Un espejo donde mirarse puede ser Antena 3. Desde San Sebastián de los Reyes apostaron por el tridente: serie + concurso (s) y el espectador decidió quedarse con ellos cada tarde. La 1 debería apostar por la producción de una serie nacional, por supuesto, todo un apoyo a la industria patria, tal y como la hace. Seguir confiando en los seguidores conseguidos por El cazador pero... ¿Y si convirtiera Aquí la tierra en un programa más ambicioso? Tal vez un programa cuya emisión comience a las 18.30 o 19 horas, con público en plató, con invitados y entrevistas amenas y curiosas -tal cual las realiza en sus reportajes por todos los puntos de España- y más secciones que haga que sus espectadores fieles le sigan antes la pista. Así también quizá enciendan antes el botón en el mando de La 1 ayudando a ésta a levantar sus registros. Quizás RTVE tiene en Aquí la tierra un diamante en bruto y aún ni se ha dado cuenta.
[Más información: Un gran magacín clásico, ¿la solución para levantar las maltrechas audiencias de las tardes de La 1?]