Lola Rodríguez y Alex Saint.

Lola Rodríguez y Alex Saint.

Bluper

Lola Rodríguez y Alex Saint: “Valeria de ‘Vestidas de azul’ es ficción, no tiene nada que ver con Valeria Vegas”

La continuación de la serie 'Veneno' llega este 17 de diciembre a atresplayer, con la intención de contar la historias de las personas trans "desde el sitio correcto".

7 enero, 2024 00:17

La serie Veneno, estrenada en 2020, fue un fenómeno del que todavía Javier Calvo y Javier Ambrossi recogen sus frutos. La producción de Atresmedia que narraba la vida, obra y milagros de Cristina Ortiz, La Veneno, así como su muerte, permitieron a La Veneno ser “conocida mundial”, como ella solía decir. Y una muestra de ello lo tenemos en el programa Drag Race, donde drags de Estados Unidos, Canadá o México han homenajeado o citado a la ocasional cantante.

El éxito de Veneno provocó que se pensase en una segunda parte de aquella historia. Cristina falleció, pero Valeria Vegas, la autora de sus memorias, continuó trabajando en el mundo de las letras, y dando voz a aquellas mujeres que fueron maltratadas y silenciadas por la sociedad. Así surgió su libro Vestidas de azul, donde, a través del documental Vestida de azul, disecciona cómo la prensa o el cine trataban la realidad trans cuatro y cinco décadas atrás.

La creación de ese libro, Vestidas de azul, es el punto de partida de la nueva temporada de Veneno. Allí nos adentraremos en la vida de Loren (Rossa Ceballos y Bimba Farelo), Tamara (Chloe Santiago), Eva (Geena Román), Josette (Alma Gormedino), Nacha (Penélope Guerrero) y Renée (Keyla Òdena), las seis protagonistas del documental que dirigió Antonio Giménez-Rico. Y, además, continuaremos volcados en las vidas de la propia Valeria (Lola Rodríguez) y de sus amigas Sacha (Alex Saint), Paca la Piraña y tantas otras.

[Valeria Vegas: “De la relación de Nadiuska y del rey emérito no hay pruebas, pero no resulta irreal”]

BLUPER ha podido charlar tanto con Lola González como con Alex Saint de esta nueva vida de la serie, que las dos vivieron con bastante responsabilidad, y decididas a contar “las historias de personas trans desde el sitio correcto”.

¿Cómo ha sido retomar estos personajes, después de todo lo que supuso Veneno y su enorme repercusión?

Lola: No te voy a engañar, con mucha presión y un poco de vértigo. Pero también con muchísimas ganas y muchísimo agradecimiento. Ha sido un proceso de de hacerlo todo con sentido, no hacerlo por por seguir la fama, el boom de Veneno, no. Vamos a hacerlo con sentido, con criterio, y con mucha responsabilidad. Hemos hecho una serie con mucha alma, con mensajes que son muy necesarios, y creo que lo hemos conseguido transmitir, la verdad,

Alex: Para mí ha sido un reto a nivel personal. En veneno tenía un personaje muchísimo más pequeñito, y en esta temporada el papel es más grande. Y a nivel interpretativo, pues ha sido un reto, pero bueno, tenía muy buenas compañeras, que me han ayudado. Y luego, lo que decía Lola. Esta vez éramos mucho más conscientes de que necesitamos seguir contando historias y necesitamos seguir denunciando de alguna forma. Que la gente entendiese el pasado, de dónde venimos, y dónde no podemos volver, y que por eso se necesitan hacer leyes, y que por eso las personas trans y las personas del colectivo estamos luchando tanto para que no sigamos viviendo la vida que vivían las chicas de Vestidas de azul o Veneno. Porque vivían verdaderas barbaridades y por desgracia muchas veces sigue pasando todo. Todas éramos muy conscientes de lo que estábamos haciendo, y que, igual que Veneno cambió algunas realidades, queríamos seguir luchando por eso.

Tanto Veneno como Vestidas de azul son dos series que casi demuestran la necesidad de contar las mismas historias hasta dos veces. Porque todos conocíamos la historia de Cristina, pero hasta que no llegó la serie casi que no la masticamos de verdad, y lo mismo sucede con las protagonistas del documental Vestida de azul.

Alex: No se contaban nuestras historias desde el sitio correcto, no se humanizaba. En Vestida de azul, en el documental, es la primera vez se entrevista a mujeres trans, se le preguntan cosas como los deseos que tenían en la vida. Como Tamara la gitana, que decía: lo único que quiero es tener un piso, tener mi novio, tampoco eran grandes pretensiones, pero claro, para ellas en ese momento era algo impensable. Y sigue siendo algo impensable para muchas, y por eso contamos las historias las veces que sean necesarias hasta que se nos escuche, y, sobre todo, de la manera correcta.

Lola: Con dignidad, exacto.

Alex: Pues como a Veneno, a la pobre de repente la convirtieron en en un juguete roto de la televisión, pero no habíamos visto qué había detrás de eso. No habíamos visto que había una niña maltratada, abandonada, que lo único que quería era amor, no que es lo que queremos todos. Entonces, pues yo creo que es al final verlo desde el prisma correcto.

Desgranando las historias de todas estas mujeres que conocemos en el documental, ¿cuál es la que os ha dado un pellizco especial?

Lola: Para mí, Nacha y Josette, porque están vivas y he podido hablar con ellas y me han mostrado su realidad. Y es que es imposible que no te toquen sus historias, para mí todas demuestran algo. Loren era una tía que salió de la cárcel, una tía que hizo la mili, salía adelante pese a un mundo y una realidad en la que podía haberse quedado por el camino. Renée consiguió hacer una peluquería, un negocio en una época también que éramos invisibles para para el Gobierno. Y Tamara era una fuerza y un fuego de que tú la veías bailar, y y lo ves en el documental, es que se te cae la baba. Y Eva era una belleza de Hollywood, directamente. Todas este te muestran una realidad muy concreta, muy bonita y muy necesaria. Y, sobre todo, eran mujeres con valentía. Yo no sé si hubiese podido vivir mi vida en esa época, como ellas lo hacían, sin referentes, sin internet, sin asociaciones, sin nada.

Alex: Era muy difícil sobrevivir, no vivir.

¿Cómo descubristeis vosotras el documental original de Vestida de azul?

Lola: El documental lo descubrí de pequeña, porque había cosas que estaban en Youtube, pero no sabía muy bien de dónde venía. Y fue gracias a Veneno, al conocer Valeria Vegas, cuando ya Alex y yo nos empapamos de todo lo que era el documental, y gracias a Valeria podemos disfrutarlo, porque también estaba descatalogado antes.

Alex: ¡Viva Valeria Vegas!

Vuestros personajes tienen una importante evolución en esta temporada. Valeria proyecta como tener un buen momento profesional, pero su vida personal es un desastre. Y en el caso de Sacha vive una disforia que choca con la fortaleza que le conocíamos.

Alex: De la disforia, al final, yo creo que aquí no se salva ninguna. Da igual que seas más guapa, menos guapa. Al final es también, creo, el yugo que pone la sociedad en ti. Es como: bueno, vale, si eres trans, que por al menos no se te note en nada. Que tú me lo cuentes, me sorprendas y sea como, ay, bueno, qué mona. Entonces te dejo estar aquí, porque parece cis. La disforia es algo como dismorfia de género, ¿sabes? Muchísimas personas podrán empatizar en que a todos se nos imponen unos cánones de belleza y de cómo debemos ser y comportarnos. ¿Quién encaja en eso? Que yo no conozco a ninguna, a nadie que encaje en eso. Es como el ideal de las amas de casa de los años 50, algo que no llegas a alcanzar, nunca sabes por qué es un ideal inalcanzable. Yo he tenido disforia, la sigo teniendo. Yo creo que al final todas en mayor o menor medida es algo que podemos experimentar. La de Sacha era una historia personal mía, y me daba mucho miedo hablar sobre eso. Pero cuando hablamos de cómo iba a desarrollarse el personaje, los chicos me propusieron esta idea, porque conocían mi historia personal. Y precisamente querían como demostrar que igual la imagen que tú das a la gente, que es como de mujer segura, y de tal y cual, pues que se vea que al final esto afecta a todo el mundo, y es muy interesante abrir esa conversación. Es algo muy real, y si al final la gente que vaya a ver la serie se va a sentir identificada con eso, y va a encontrar como un sitio donde sentir consuelo, habrá merecido la pena. Ha sido bastante duro abrirme así, he aprendido, y yo creo que lo que aprendemos cada día, que somos lo que somos y estamos perfectas así. Y no hay que perseguir ningún ideal de nada. Yo quiero ser Alex y Lola tiene que ser Lola, y precisamente lo que nos hace especiales es, pues por ejemplo, ser mujeres trans. Va a ser algo como que va a formar siempre parte de nuestra vida, y que es preciosa, y es muy bonito.

Lola: Valeria es bastante peculiar. Esta Valeria es bastante ficcionada, no tiene nada que ver con Valeria Vegas. Esta temporada vemos esa ambición que tiene, esas ganas de hacer algo para reivindicar, abrir camino donde no los hay. Pero a la vez, también tiene una parte de autodestrucción que también es interesante ver. En Veneno ella era más como una heroína, que todo lo hace bien, pero es que también las personas trans tenemos una vida corriente, en la que a veces no sabemos qué hacer con nuestra vida. Que a veces te destruyes, que estás perdida. Muestra esa realidad, esas sombras que tenemos en nuestro día a día, y en cómo, a veces, de repente, te alejas de tus amigas. Te creas una coraza, te haces otra persona que en verdad no eres, pero justo esas amigas le sacan esa coraza a Valeria y le vuelven a hacer ella misma. Y es la importancia de las amigas, la importancia de estar rodeada de personas que sepan rescatarte cuando te estás encontrando a ti misma.

¿Os veremos por piraña, me podéis dar alguna pincelada que hay por ahí?

Lola: No lo sabemos. Ojalá sacar los dientes y ser una pirañita.