Shirley Maclaine, Jessica Lange y Demi Moore paseando por Gran Canaria como tres vecinas más. Hospedadas en un hotel de lujo que hacía las veces de casa y de plató. Parece algo impensable, pero la estampa ocurrió hace dos años, durante el rodaje de Como reinas. España se pega por atraer los rodajes a nuestras tierras. Las grandes producciones vienen, dejan dinero, crean trabajo y, además, proyectan la imagen del país fuera de nuestras fronteras en una campaña de promoción gratuita. Es lo que ha pasado con esta película que llega mañana a la cartelera y que trasladó a todo su equipo a Gran Canaria. Una comedia sobre una viuda que cobra por error un cheque de cinco millones de dólares y decide hacer el viaje de sus sueños.
Para valorar lo importante que puede ser para una localidad traer un rodaje importante sólo hay que ver el boom que supone la presencia de Juego de Tronos por la geografía española. Los pueblos se revolucionan cuando Tyrion o Jamie Lannister están por sus calles. La cosa no es tan sencilla. España no es la única que quiere que Hollywood deje millones de dólares en sus arcas, y la competencia cada vez es más dura. Hungría o República Checa se están convirtiendo en platós para todo tipo de producciones gracias al bajo coste de vida y, sobre todo, a los altos incentivos fiscales.
En España, más allá de la serie de HBO, pocas grandes producciones llegan. La reforma de los incentivos prometida al mundo del cine se quedó a medias. Tras decenas de reuniones los rodajes internacionales se tuvieron que confirmar con un 15%, mientras que en otros países supera el 30%. Al final, lo que miran los encargados del filme es el dinero que les devuelven los estados. Pero hay un rincón de nuestro país que ha conseguido ser el centro de un gran número de blockbusters de EEUU: las Islas Canarias. Fast & Furious, Aliados, Jason Bourne o ahora Como locas son sólo unos cuantos títulos rodados allí. El motivo es el de siempre, los incentivos fiscales, que allí se sitúan en un 35%.
La insularidad otorga a Canarias el beneficio de tener un incentivo mayor que el del resto de España y uno de los más altos de Europa, lo que unido al buen tiempo y el coste de los servicios del país lo convierte en uno de los destinos más atractivos para Hollywood. Lo explicaba a este periódico hace un mes Belén Atienza, la productora de Bayona, las grandes producciones sólo se plantean venir a Canarias, el resto, mientras no aumenten su porcentaje, no existen para ellos.
El último informe ha estimado que los rodajes de los últimos cinco años se han dejado en las islas 130 millones de euros. Uno de los nombres que ha contribuido a ello es Lucas Fernández, productor y responsable de Plató del Atlántico, una de las mayores empresas audiovisuales de la zona. Destaca que en Canarias se puede “dar la vuelta al mundo en siete islas”, pero también alerta de los riesgos de competir todas las comunidades autónomas con otras. “Cada uno va por libre, de hecho en Canarias competimos también entre nosotros mismos. Por ejemplo, el cabildo de Gran Canaria tiene una oficina en Los Ángeles para atraer rodajes. Hay que coordinar las políticas para vender España como un plató y para ello hay que poner unos incentivos peninsulares bestiales”, contaba a este periódico.
Canarias, a pesar de su situación de beneficio con los incentivos defiende el aumento para el resto de comunidades, que ahora no pueden competir con otros lugares como República Checa o Hungría. “HBO se lo puede permitir, porque sus directores de arte quieren una ruina determinada y van allí a rodar, pero el resto de producciones miran los incentivos fiscales”, añadía Fernández. Canarias tiene uno de los mayores del mundo junto a la República Dominicana, Colombia y Hungría, lo que también ha hecho que muchas productoras vinieran a intentar aprovecharse de estas ventajas en vez de a generar tejido industrial. Si Brad Pitt, Marion Cotillard, Shirley Maclaine o Jessica Lange han rodado ya allí será por algo. Ahora queda que el resto de España se ponga a la altura.