El cine y la televisión se blindan contra maltratadores: exigen a los actores el Certificado de delitos sexuales
Las productoras exigen desde hace unos meses la ausencia de condenas por violencia sexual en el trato con menores. Las especialistas señalan que es una oportunidad para acabar con los violadores.
Existe un Registro central de delincuentes sexuales y ahora los actores deben recurrir a él para demostrar, ante los productores de las series de televisión y películas, que no tienen condena por maltratar o violar. Este periódico ha podido saber de esta medida, que acaba de implantarse en toda la cadena de la producción audiovisual para blindarse de los casos de abuso y acoso, de momento, contra menores. En aplicación a la reforma del Código Penal de 2016, las productoras españolas han comenzado a exigir a sus actores desde principio de 2018 el único certificado que se expide para trabajar con menores, como prueba de que no tienen una sentencia en su contra como maltratadores.
En caso de participar en una producción audiovisual deberán acreditar que están limpios de delitos de naturaleza sexual, aportando una certificación negativa del Registro Central de delincuentes sexuales. El certificado muestra si ha sido condenado por algún delito contra la libertad e indemnidad sexual, que incluye la agresión y abuso sexual, acoso sexual, exhibicionismo y provocación sexual, prostitución y explotación sexual y corrupción de menores, así como trata de seres humanos.
La letrada Blanca Estrella Ruiz, presidenta de la asociación Clara Campoamor, estuvo en la comisión que creó el Registro de delincuentes sexuales, incluido en la ley de 1996, y asegura que se creó “para tener identificados a los maltratadores, violadores y pederastas”. Cuenta a este periódico que se tomó la medida pensando, sobre todo, en oficios en contacto con el menor, tales como profesores, enfermeros o médicos, pero también como requisito imprescindible para todo trabajador de la Administrador pública. Cualquier funcionario debe presentar el certificado para ser contratado por el Estado y demostrar que no es un maltratador.
Blindar al cine
Blanca Estrella Ruiz señala que cualquier obra dirigida a los niños debe estar acreditada con el certificado, por eso es de obligado cumplimiento para las instituciones públicas y las empresas privadas. La Administración tiene acceso directo al Registro, pero las empresas solicitan al trabajador que entregue el certificado. Las productoras de cine y televisión las aplican recientemente cuando hay niños en el elenco, pero la letrada apunta que se podría utilizar para blindar al cine y la televisión de los maltratadores y abusadores sexuales.
“La medida aplicada a los actores no me parece mal, visto lo visto que está ocurriendo en EEUU”, añade Blanca Estrella, en referencia a las denuncias de actrices de Hollywood contra el productor y magnate Harvey Weinstein, que han desvelado un perfil más habitual de lo que se conocía. Al tiempo que se conocían las agresiones contra Ashley Judd, Mira Sorvino, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, se hacían públicas acusaciones contra actores como Kevin Spacey, James Franco, Morgan Freeman o Johnny Deep.
En EEUU, el movimiento Me Too (Yo también) y la agrupación Time's Up (Ya es hora) no han logrado establecer un filtro legal contra maltratadores en producciones audiovisuales, a pesar de las más de 300 actrices, productoras, guionistas y directoras de cine que se organizaron para dar voz y mantener vivo el movimiento. La agrupación es un compromiso feminista para ayudar y apoyar a las mujeres acosadas laboralmente, sea cual sea su trabajo.
Control de delincuentes
Ahora, los actores españoles están obligados a presentar el certificado que demuestra que están “limpios” de carga para continuar en la producción. Así ha ocurrido, tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, en la segunda temporada de Estoy vivo, una serie dirigida pro Daniel Écija, con Javier Gutiérrez como protagonista, en producción de Globomedia. La trama gira en torno a la captura de un asesino en serie que ha matado a cinco mujeres, “el carnicero de media noche”. Gutiérrez explica a este periódico que es una práctica muy reciente, que le ha sucedido en las últimas ocasiones que ha trabajado con actores menores, como es el caso.
Globomedia no pidió el certificado en la primera temporada. Es una aplicación reciente, tal y como ha podido contrastar este periódico. Desde Globomedia apuntan que aplican la Ley de 2016 a todo el equipo técnico y artístico. Se ha solicitado hasta el momento en la serie mencionada, en Vis a Vis y en El accidente, las últimas producciones de ficción de la empresa.
Desde el departamento jurídico de Globomedia ponen en marcha el requisito “en las series con menores”, pero no se trata de una “reacción ante las informaciones llegadas de EEUU sobre acoso sexual”. Este periódico ha consultado con otros productores que trabajan para cadenas de televisión y nunca han activado tal exigencia indispensable para participar en una serie de televisión o una película.
El Ministerio de Justicia señala que es un trámite con el que “se persigue incrementar el control de los delincuentes sexuales”. Prevención, investigación y persecución de tales delitos, así como alertar del contacto con menores de quien tenga sentencia en contra. El Registro se creó con la Ley de Protección Jurídica del Menor hace 22 años, pero el certificado es nuevo. La Ley deja claro que queda al criterio del empleador exigir la acreditación del cumplimiento de tal clausula, abriendo la puerta al descubrimiento de los delitos sexuales y su rechazo.