Crítica: 'La casa del dragón' 1x03 - 'El segundo de su nombre', fuego y sangre en la primera gran batalla

Crítica: 'La casa del dragón' 1x03 - 'El segundo de su nombre', fuego y sangre en la primera gran batalla

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Crítica: 'La casa del dragón' 1x03 - Una batalla épica y espectacular a la altura de 'Juego de tronos'

Comentamos con spoilers el tercer episodio marcado por la épica, las dudas y las tradiciones en el que vuelve a haber un salto temporal.

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Si hay algo que está caracterizando la primera temporada de La casa del dragón son las grandes elipsis entre los episodios. Entre el segundo y el tercero han pasado tres años, en los que Viserys ha tenido su anhelado primogénito varón y está a la espera de su segundo descendiente con la reina Alicent, Daemon y la casa Velaryon están en guerra abierta en Peldaños de piedra y Rhaneyra se siente cada vez más traicionada y relegada en su estatus de heredera oficial al trono de hierro.

El segundo de su nombre es un episodio que retrata la decadencia del reinado de Viserys, que en su obsesión por mantener el legado de paz de su predecesor evita tomar cualquier decisión política o bélica. Tal como recuerdan las damas invitadas a la celebración en nombre del príncipe Aegon, mientras comen tarta y toman el té junto a sus perretes, la corona no inició la guerra que se está librando en las Ciudades libres, pero eso no quiere decir que el reino no esté en guerra. Sin embargo, Viserys está entregado a las fiestas, banquetes y otras tradiciones banales en Desembarco del Rey. 

La que vemos en este episodio, que nos permite salir de las habituales localizaciones de la Fortaleza Roja, es el día de caza. Como le dice Viserys a Alicent, "entre los Targaryen hay muchos montadores de dragones, pero pocos soñadores". Él no monta ningún dragón, pero una vez tuvo un sueño en el que vio a su hijo salir del fuego con una corona de conquistador, un sueño al que se aferró como profecía, y por el que hizo pasar a Aemma por un calvario de embarazos que acababan en pérdidas o la muerte del neonato y finalmente la de ambos.

Viserys y Rhaenyra en las celebraciones en honor a Aegon.

Viserys y Rhaenyra en las celebraciones en honor a Aegon.

Ahora que Alicent le ha dado ese hijo que ya no esperaba, aquel sueño lo atormenta y lo hace dudar de la decisión que tomó al nombrar a Rhaenyra como heredera. Dudas que desaparecen cuando el ciervo blanco no se presenta como señal de buen augurio en honor del pequeño Aegon, porque lo que para Otto Hightower simplemente sería una medalla en el curriculum de su nieto a la hora de reclamar la sucesión, para Viserys sería realmente una señal divina, porque es un "soñador" y las profecías se las toma muy en serio.

El ciervo blanco, el Rey del Bosque Real, sí estaba el día de caza, pero se presentó ante Rhaenyra. La princesa optó por no matarlo, aunque sabía que su regreso a las celebraciones con esa presa habría sido un golpe en la mesa contundente que habría callado muchas bocas. Su furia ya la había catalizado con el jabalí la noche anterior y su bautizo en sangre fue catártico.

Una imagen que dialoga con la de Daemon, que se lanzó en una misión suicida contra el Benefactor de cangrejos, inspirado en gran parte por la colaboración que ahora le ofrecía Desembarco del Rey: "espero que con mi ayuda alcances la victoria que te ha sido esquiva", decía Viserys en la carta por la que casi muere el mensajero. Una ayuda que llega gracias a la intervención de Alicent, que a pesar de las maquinaciones de su padre (a quien, ciego por la ambición, le parece una idea brillante prometer a su nieto de dos años con Rhaenyra), no parece estar interesada en la sucesión del trono, sino en ser una reina justa.

Daemon y los Velaryon preparando la gran batalla-.

Daemon y los Velaryon preparando la gran batalla-.

Sobre mi cadáver, habrá pensado Daemon, y no le faltaba razón, si ya llevaba tres años en guerra no iba a permitir que su hermano se pusiera la medalla a última hora. Greg Yaitanes dirige la primera gran escena de batalla del spin-off de Juego de tronos y sale airoso. Es épica, visceral y sorprendente, porque con Daemon como cebo no esperábamos ver llegar a un dragón. En el lomo de su dragón blanco llegó Laenor Velaryon, hijo de Lord Corlys y Rhaenys, montador con sangre Targaryen por parte de su madre.

Con este ya son tres los dragones que hemos visto esta temporada y cerramos otro muy buen episodio de una serie que cada semana se consolida como la gran sucesora de Juego de tronos por mérito propio. 

Promo del episodio 1x04 de 'La casa del dragón'

'La casa del dragón' está disponible en HBO Max.

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