Así es ‘Santo’, dos policías y un asesino sin rostro en la primera serie hispano-brasileña de Netflix

Netflix estrena el viernes 16 de septiembre la serie Santo, un thriller criminal hispano-brasileño creado por Carlos López y que protagonizan Raúl Arévalo (Voy a pasármelo bien) y Bruno Gagliasso (Operación Marea Negra), entre otros.

Desde el primer episodio oiremos hablar de Santo, un criminal y narcotraficante muy sanguinario cuyo rostro jamás se ha desvelado. Dos policías que van tras él, Cardona (Bruno Gagliasso) y Millán (Raúl Arévalo), que son radicalmente opuestos, tendrán que aprender a colaborar para resolver el caso y, por si fuera poco con eso, también deberán mantener sus vidas a salvo.

SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con los protagonistas de la ficción Bruno Gagliasso, Victória Guerra y Greta Fernández, que nos contaron cuál es el ingrediente que diferencia a esta serie de otros dramas policiacos y el intercambio cultural que se produce tanto delante como detrás de las cámaras.

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Una serie de personajes llenos de fuerza y humanidad

A la hora de recibir los guiones de Santo y leerlos por primera vez, los actores protagonistas reconocieron que una de las cosas que más les llamó la atención fue la forma de ser de los personajes y coincidieron en que todos ellos poseen una fuerza arrolladora.

Además, Victória Guerra añadió que esta no es como "una serie policiaca normal, ya que es capaz de mezclar las dos culturas de Brasil y España". Bruno Gagliasso coincidió con su compañera de reparto, explicando que le encantó el hecho de que sea "una historia de personajes, una serie policial donde la protagonista no es la droga, sino el misterio, el suspense y el terror" y que "todos los personajes sean humanos y tengan su propio lado oscuro".

Finalmente, Greta Fernández agregó que "el cambio de paisajes entre España y Brasil es muy interesante y que ese cambio de luz y color le suma mucho a la serie". Para ella "Brasil y Madrid tienen un olor y un color diferentes y eso se vuelve evidente en pantalla".

El realismo como ingrediente principal y como vínculo entre España y Brasil

Una de las características que marca la diferencia entre Santo y otras series del mismo género es su manera de abordar una historia ficticia desde el mayor realismo posible, donde incluso los distintos planos parecen haber sido rodados cámara al hombro.

De hecho, Victória Guerra concretó que "hubo un trabajo importante antes de empezar a rodar, porque querían entender muy bien las dos culturas de los dos países". La actriz mencionó al director Vicente Amorim, que aunque es brasileño, también conoce muy bien la ciudad de Madrid y pasó mucho tiempo preparando la manera de representar a ambos países en pantalla. 

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La representación de un país en pantalla condiciona nuestra perspectiva sobre él

El equipo policial español, liderado por Millán y Susi. Netflix

A medio camino entre Brasil y España, Santo establece una conexión entre Salvador de Bahía y Madrid, las dos ciudades en las que transcurre la narración. "Creo que Salvador de Bahía es un lugar muy especial y para el público español que no conoce Brasil también lo será, y querrá conocerlo mejor", adelantó la actriz portuguesa Victória Guerra.

Por su parte, Bruno Gagliasso hizo mención a "un intercambio cultural muy claro y muy rico" como otra de las grandes cualidades de la serie. El actor brasileño dijo que "conoció Madrid por la serie" y que está seguro de que "muchas personas como él que no la conocían sentirán curiosidad por venir a visitarla".

Estableciendo una clara diferencia con respecto a otras series policiacas

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"En un thriller policiaco, la protagonista suele ser la droga y nosotros no la mostramos", expresó Gagliasso, a lo que su compañera Victória Guerra agregó que "tiene más que ver con el misterio de ese narcotraficante al que nadie le ha visto el rostro" y que "lo más interesante es que no hay héroes que salvan el mundo y todos los personajes son muy reales".

La actriz también habló de los diferentes rituales que vemos en la serie, afirmando que también son muy realistas y le dan un toque más oscuro a la ficción.