Antena 3 se juega mucho más que un simple estreno este lunes. Se juega un gran titular. La de Atresmedia estrena este lunes Casados a primera vista, un intento por la cadena de meter en su parrilla un nuevo tipo de programación al que era reacia hasta hace bien poco. Y quizá no ha elegido el mejor programa para lanzarse a la piscina.

Antena 3 se juega con este programa mucho más que un simple estreno

Casados a primera vista se queda a medio gas entre el humor y lo serio y no llega a encajar en ninguna de las dos facetas. Lo malo de este programa es que llega después de programas documentales como El jefe infiltrado, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Pesadilla en la cocina. La factoría Eyeworks introdujo el humor como base fundamental de estos programas y con los recién casados se echa de menos parte de este montaje. Demasiada corrección en una pelea en el barro.

Este programa ha tenido al enemigo en casa, y es que pocos han entendido lo que se van a encontrar el próximo lunes en antena. Ocho solteros se darán el ‘sí, quiero’ sin conocerse. Cuatro historias que se presentarán en un primer programa y que irán avanzando a lo largo de los episodios. Y es en ese primer programa donde radica el problema de Antena 3.

El episodio piloto mostrará al espectador el método de compatibilidad que han utilizado para unir en no santo matrimonio a cuatro parejas. Presentarán a los solteros compatibles y a algunos que no han pasado la criba. Una contextualización que carece de interés en algunas ocasiones y que les hará perder espectadores por el camino. De esos que no dan segundas oportunidades. La chicha llega al final.

Lo que de verdad interesa de esta historia es la reacción de las madres de los novios

Y no son los novios los que centran el interés de la acción. Los novios se quedan en un segundo plano cuando las suegras aparecen en escena. Y es que lo que de verdad interesa en esta historia es la capacidad de reacciones que tienen las madres de los novios y de las novias ante semejante trastorno emocional. Nuera a primera vista. Quizá aparecen demasiado tarde.

Si Casados a primera vista ha acertado en algo es en la elección de su casting. Personas normales, a lo Dove. Huyendo de Viceversas, el programa logra que nos creamos la situación sin pensar en la de discotecas que se van a recorrer después de su paso por el programa. Y si peca de algo es de su espectacularidad. Si hay un evento importante es la boda, el momento en el que los novios se conocen. Un momento que gasta la misma naftalina que La boda de Muriel.