Después de muchos meses de planes, mentiras y engaños, María Fuentes (Mercedes Dantés) por fin consiguió colocar a Enrique Vergel entre la espada y la pared. La joven consiguió hacerle perder el juicio en México hasta el punto de llevarle engañado a una playa, donde le amenaza a punta de pistola. 

Más tarde, en el entierro de Enrique, Luisa y María por fin dejan a un lado las máscaras y muestran sus sentimientos. María trata de que su madre adoptiva abra los ojos y se dé cuenta de la clase de persona que era su hermano. Sin embargo, Luisa continúa defendiéndole y se pone en contra de María.

Tras el entierro, María descubre que su hermana Amparo la traicionó y desveló su otra identidad a Enrique. Por este motivo, la joven planea vengarse de Amparo haciéndole sufrir lo mismo que sufrió ella con la mafia china. Sin embargo, al final se arrepiente y tan solo se limita a desposeerla de todo cuanto había conseguido en los últimos años.

Tras culminar su venganza, María tiene claro cómo quiere continuar su vida. La joven decide adoptar a su hermana pequeña. Además María aclara sus sentimientos y decide pasar el resto de sus días con Pablo, su gran aliado.

Quique, el hijo de Amparo y Bruno, nunca olvidará lo que le ocurrió a su abuelo y al legado de la familia Vergel. Seis años después de la muerte de Enrique, Quique está dispuesto a recuperar el dinero que aún queda en Suiza para iniciar su propia venganza contra aquellos que acabaron con la vida del familiar al que más quería. Se cierra el círculo de la venganza.