Así fue la gran final de 'Pekín Express' que tuvo a los cuñados como ganadores

Así fue la gran final de 'Pekín Express' que tuvo a los cuñados como ganadores

Televisión

Así fue la gran final de 'Pekín Express' que tuvo a los cuñados como ganadores

14 julio, 2015 01:56

La noche era cosa de dos parejas. Las canarias y los cuñados se enfrentaban por el premio final de Pekín Express. El programa tenía preparada una gran final que tiraba de hemeroteca. Y es que los concursantes tuvieron que revivir y recordar en todo momento las semanas anteriores de su participación para seguir adelante. 

Los finalistas tuvieron que catar los cócteles del Long Bar y averiguar los ingredientes del Singapore Sling, una bebida originaria de ese mismo bar. Por cada prueba superada, la pareja que ganase obtendría una ventaja que podría usar al final de la gala. Finalmente, fueron los cuñados en tres ventajas frente a la única ventaja obtenida por las canarias.

Pero por el camino también tuvieron que enfrentarse a duras pruebas físicas y mentales para obtener amuletos. Cada colgante tenía un valor económico que sólo podrían canjear si ganaban el programa. Las canarias luchaban por 29.000 euros mientras los cuñados finalmente se llevaron un bote de 49.000 euros después de conseguir un amuleto de 20.000 euros.

Aunque las canarias ganaron la prueba más física de la gala, María del Amor pasó por serios problemas durante la lucha por el vestuario elegido para meterse al agua. Una escena que no pasó desapercibida en las redes sociales.

En otra de las pruebas tuvieron que demostrar su agilidad mental con los números. Y sin usar calculadora. Quedó demostrado que eso de las multiplicaciones y las divisiones no eran su punto más fuerte.

Los finalistas tuvieron también sus momentos divertidos para conseguir pistas que les iban llevando de un lugar a otro de Singapur. Ambas parejas se tuvieron que disfrazar de novios para conseguir una de las pistas, que les llevaría hasta el último punto de encuentro antes de la prueba final.

Cristina Pedroche daba paso a la gran prueba final del programa. Las parejas tenían que separar a sus miembros. Uno de ellos realizaría la prueba mental, que trataba de ordenar cronológicamente nueve de los templos por los que habían pasado en el programa. Mientras, el otro participante debía buscar por la ciudad la pieza del décimo templo.

María del Amor, que tenía que recorrer la ciudad, no lo pasó muy bien por el camino debido al taxista que escogió, con el que no llegó a entenderse. La canaria se desesperó y llegó a protagonizar uno de los momentos más divertidos del programa para los espectadores.

Los cuñados llegaron primero gracias a las ventajas obtenidas durante el programa, que eliminaban varios puntos posibles del mapa de Singapur en los que obtener la pieza. Fallaron hasta en dos ocasiones el orden cronológico, lo que dio tiempo a las canarias a reunirse y probar suerte, pero también fallaron. A la tercera va la vencida y los cuñados se alzaron con el triunfo y con el premio final.