Los mejores momentos del estreno de la segunda edición de 'Pequeños gigantes'

Los mejores momentos del estreno de la segunda edición de 'Pequeños gigantes'

Televisión

Los mejores momentos del estreno de la segunda edición de 'Pequeños gigantes'

3 noviembre, 2015 12:56

Pequeños gigantes ha regresado a la programación de Telecinco. El programa volverá a buscar talento entre los pequeños de la casa con un equipo renovado. En el jurado, Marbelys, Flo y Mónica Naranjo elegirán entre los jóvenes para formar los cinco equipos del programa.

Y es que, aunque sólo se habían presentado a cuatro padrinos (Roko, Dama, Sergio Alcover y Jorge González), a última hora apareció una sorpresa. Pablo, ganador de la pasada edición, estará este año como el padrino más pequeño. Él eligio a sus concursantes entre los primeros eliminados del programa. 

En esta primera gala hubo baile, música, nuevas voces, chistes y mucho salero entre los niños. Pero sólo unos pocos pudieron pasar a la siguiente fase del programa. 

La pandilla de Roko está formada por Aina, una joven cantante que se atrevió con el rema Think de Aretha Franklin, Ángel, un pequeño rapero, Nuria y Andrés, dos jóvenes bailarines. 

El equipo de Sergio Alcover tiene a Iker, el cantante que se atrevió con el tema Mi gran noche de Raphael, Cristina, una bailarina de sólo 10 años, y Juanmi, que interpretó Buenas noches, señor monstruo tumbado en el plató.

Dama ha recibido a Claudia, una pequeña bailarina de 5 añitos, Laura y Giulia, unos bailarinas que se enfrentaron a sus compañeros con un tema de hip hop, y Ramón, un cantante de 11 años que cantó Me cuesta tanto olvidarte, de Mecano.

En la pandilla de Jorge González entraron Brian, el canario que consiguió la decisión unánime del jurado, Indara, la joven que dejó sin palabras al jurado al reconocer que había nacido "con duende", y los trillizos Iker, Daniella y Adriana.

Finalmente, Pablo regresó al plató de Pequeños gigantes para meterse a todo el público en el bolsillo y elegir a los concursantes a los que le daba una segunda oportunidad con su incombustible gracia.