Cuando la televisión prohibió ver fumar a los espectadores
Nadie veía raro que Jesús Quintero no dejase de fumar en el programa Ratones coloraos o que los concursantes de Gran Hermano gastasen gran parte de su presupuesto en tabaco. Todo ocurría delante de las cámaras y a nadie le parecía algo extraño. Hasta 2011, cuando entró en vigor la nueva ley antitabaco.
Dicha ley prohibía fumar en los espacios públicos cerrados, pero también prohibía fumar en programas de televisión. Los presentadores o los invitados no podrían salir más con un cigarrillo en la mano.
La ley no sólo impidió que se enciendan un cigarrillo. Tampoco se pueden hacer menciones del tabaco o mostrar directa o indirectamente marcas, logotipos y signos identificativos de empresas tabaqueras.
Algunos se buscaron sus artimañas para no tener que cerrar el chiringuito. Gran hermano inventó "la playa". Cuando hablan de este lugar no significa que tengan una habitación sin cámaras en la que disfrutar de su soledad. Es la habitación en la que los concursantes fuman sin ser vistos por los espectadores. "¿Súper, puedo ir a la playa?", comienza a ser una frase ya mítica de cada edición.
Otros programas grabados como Gandía Shore han preferido difuminar la imagen. Raro es el participante de Super Shore, la última edición que ha emitido MTV, que no fume. Al no poder prohibírselo, el programa difumina el cigarro de forma que el espectador no aprecie el objeto.
Por suerte para algunos guionistas, esta ley no afectaba a las series de televisión o a las películas. Y es que el tabaco forma parte de la historia de España. ¿Se imaginan a los protagonistas de El Caso sin fumar en la redacción? Sería raro, poco real y más de uno se lo hubiese echado en cara tarde o temprano.