Toca admitirlo: el tramo final de GH 17 es soporífero. Telecinco tenía entre manos una de las ediciones más potentes del reality en cuanto a casting y, de la noche a la mañana, se ha encontrado con una de las ediciones más aburridas de su historia y con la que tendrá que sobrevivir las dos próximas semanas antes de que se celebre su gran final. 

Todo parecía encaminado para que GH 17 de forma más que correcta este año a pesar del drástico cambio de presentador del formato que supuso un gran trauma para los seguidores del programa. A pesar de las críticas, GH seguía manteniendo a sus dos millones de fieles que se negaban a dejar de ver el programa. Sin embargo, la trama de esta edición se ha apagado y los espectadores han decidido desconectar.

Este jueves, GH se preparaba (a sabiendas) para una de sus peores galas de su historia. Sin apenas contenido que vender y en medio del puente de diciembre, los peores presagios han terminado por cumplirse: el programa ha caído a la gala menos vista de su historia después de 17 ediciones. 

¿Qué ha pasado? Hay que admitir que Gran Hermano ha tenido bastante mala suerte este año con todas las decisiones que se han tomado por el camino: tuvieron que cerrar el contraclub con ex concursantes de otras ediciones, Bárbara tuvo que abandonar la casa por causas familiares y la casa que devolvía a un participante a la casa tras ser expulsado salió a la luz demasiado pronto. Así es como el programa ha ido perdiendo eficacia y su trama se ha ido agotando hasta límites somnolientos. 

El programa contaba en su casting con perfiles muy atractivos en un primer momento: personajes con mucho carácter, chonis recién llegados de la tierra de Ylenia o estrategas en potencia que no han soportado las inclemencias de la audiencia. A pesar de las numerosas salidas que se iban produciendo, la audiencia fue lista y dejó el conflicto dentro de la casa. GH 17 ganó cuando se vio que querían a Bárbara dentro de la casa. Tocaba vivir una edición interesante hasta el final.

Sin embargo, su salida cuando se descubrió la enfermedad de su padre puso todo patas arriba. Adara se quedaba sin historia de amor y sin compañera de viaje en una semana. Con este personaje desinflado, la audiencia decidió expulsarla y con su salida murió el concurso. A pesar de las pequeñas disputas que quedan dentro de la casa, el programa ha tenido que convertir en personaje a una Meritxell que hasta hace unas semanas era un mueble más dentro de la casa. Hasta ese punto hemos llegado. 

Con esto en su mano, la organización ha decidido llevar de nuevo a todos los concursantes a Guadalix de la Sierra para que se enfrenten a sus antiguos compañeros de casa. Una gala que dejará claro que es más interesante lo que pasa fuera de aquella casa que dentro. Faltan pocos días para que se sepa quién es el ganador de la edición. Y será uno de los ganadores menos potentes de las últimas ediciones del programa. 

Lo malo de un final desafinado es que Gran Hermano se tiene que enfrentar a una edición 18 que no llamará tanto la atención desde un principio. El formato necesitó refrescarse de su edición 14 a la 15 y parece que ahora necesitará volver a reposar y pensar qué hacer para devolverle la confianza a los espectadores. Hay que pensar que Gran Hermano es uno de los espacios más potentes de Telecinco, que llega a rellenar de forma muy potente hasta tres prime time de la cadena durante tres meses (sin contar la versión VIP). Un formato que no puede ser desatendido y que tiene que cuidar.