Aitor Luna era 'Alatriste' (Mediaset).

Aitor Luna era 'Alatriste' (Mediaset).

Televisión

¿Merece la pena el sobresfuerzo para intentar levantar una serie que nace muerta?

'Secretos de Estado' vuelve a demostrar que las cadenas no pueden dar luz verde a cualquier producto.

16 febrero, 2019 09:02

Siempre recordaré el caso de Las aventuras del capitán Alatriste. 6.000 metros cuadrados de platós donde se recrearon el Alcázar Real o los palacios de Guadalmedino y Alquézar, más de 40.000 metros de decorados exteriores en los que se han simulado la muralla y puerta de acceso a Madrid o la entrada de la sede de la Santa Inquisición, dos camiones de atrezzo, 3.000 trajes, 2.500 figurantes, 50 especialistas, 40 actores, 145 de grabación por capítulo...

Esas eran, a grandes rasgos, las cifras de la ambiciosa serie de Mediaset España y DLO Producciones en coproducción con la alemana Beta Film (Los Borgia). Todo un gran despliegue que tenía como objetivo poner a nuestra ficción a la altura de otras coproducciones internacionales.

Vasile llegó a declarar Alatriste como un producto non grato

"Las películas y las series vienen con el coste dentro el bolsillo, como los trajes de El Corte Inglés. Alatriste venía con un precio y necesitábamos aportación", comentaba el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, en Roma durante la firma del acuerdo de coproducción de la ficción con Beta Film y repitió después durante la visita al rodaje de la ficción en los estudios Korda de Budapest.

En la prensa no dabamos crédito. En una época de vacas flacas, Mediaset España se había volcado en la promoción de una de sus nuevas series con dos viajes internacionales en menos de un año. Tras ver el primer tráiler allí en aquellos estudios húngaros donde se habían rodado series como Los Borgia o Los Tudor, algo empezó a oler raro.

Corría el año 2013. Todo hacía indicar que para el siguiente año, la ficción estaría lista para su estreno. Sin embargo, el tiempo pasaba y la adaptación de la saga de aventuras de Arturo Pérez Reverte no veía la luz.

Por fin, a primeros de 2015, Mediaset España decidía estrenar la serie. Lo hacía, eso sí, presentándola previamente a la prensa, nada más y nada menos que en el 'espectacular' Teatro Real de Madrid. No obstante, se optó por no enseñar el capítulo piloto a los periodistas.

Desde el grupo achacaron este retraso a la complejidad del proyecto. Sin embargo, sólo había que esperar a su estreno. Audiencia y crítica le dieron la espalda desde el primer momento y Vasile declaró la serie como un ‘producto non grato’.

Y eso por no hablar de lo que opina Enrique Urbizu, el director de sus primeros capítulos. "Alatriste fue muy frustrante y un fracaso en toda regla. Y luego, lo que se puso en televisión, no tenía que ver 100% con lo que yo había intentado hacer. Tampoco se podía hacer gran cosa. No merece la pena hablar de Alatriste. De todo se aprende y tuve un reparto estupendo... Es una experiencia a olvidar.

El caso de Secretos de Estado

Y, ¿por qué cuento todo esto? Algo parecido ha vuelto a ocurrir con Secretos de Estado. Ya desde Dreamland, la prensa advirtió a Mediaset España que Frank Ariza no era un creador a tener en cuenta. Sin embargo, tras el incomprensible triunfo de Perdóname Señor, se convirtió en el niño mimado de Vasile.

Todo caería después por su propio pie. Sin la maquinaria de promoción de Telecinco y con las críticas más feroces que se recuerdan, El Continental se convirtió en un auténtico fracaso en La 1 que terminó olvidado en el late night.

Sólo era el principio de lo que estaba por venir. Hace unas semanas, Los Nuestros 2 se estrenaba con el peor dato para el estreno de una ficción en Telecinco desde 2013 y se despedía sólo dos semanas después con una media por debajo del 10%.

Con todos estos antecedentes y la negativa de la cadena a mostrar el primer capítulo a los periodistas, la prensa empezó a dudar de la calidad de Secretos de Estado. Algo que se confirmaba anoche: flojo guión, pobres diálogos, nula dirección de actores… Y eso por no hablar del flojo dato de su estreno que no le augura un gran futuro en la parrilla.

De ahí que uno se pregunte: ¿Merece la pena el sobreesfuerzo para intentar levantar una serie que ya nace muerta? ¿Por qué no se emplean esas energías en, por ejemplo, pulir guiones? ¿Por qué Mediaset no sólo trabaja con creadores con una acreditada trayectoria? ¿No sería más económico grabar un episodio piloto y rechazarlo antes que trece capítulos que terminarán en el late night?

Señoras del (h)AMPA

Hace ahora dos meses, Telecinco estrenó en el MiM Series las Señoras del (h)AMPA. Según nos contaban entonces sus creadores, estaban tan seguros del proyecto que tenían entre manos que decidieron grabar ellos mismos un episodio piloto para presentárselo a Mediaset España y convencerles.

El resultado ya lo conocemos en la prensa ya que la cadena no tuvo ningún reparo en enseñar su producto: Señoras del (h)AMPA no es sólo uno de los productos de ficción más arriesgados que se han visto en la cadena de Mediaset España en los últimos años, sino que será uno de los más chocantes (y exportables) del próximo año.

Lo decía hace unos díasMatadero se ha desangrado en audiencias. Sin embargo, además de ya haber sido vendida a Amazon Prime Video, será una serie de la que hablemos en un futuro como paradigma de un cambio y que ayudará a Diagonal a vender futuros proyectos, no sólo en España, sino fuera de nuestras fronteras. En el caso de Los Nuestros 2 o Secretos de Estado, estudiaremos ambos casos en el futuro para recordar lo que no se debe hacer.

La ficción en abierto está herida de muerte. Pocas van a conseguir mantener a una audiencia fiel semana tras semana. Sólo aquellas que realmente sean un producto potente y que luego consigan una segunda y hasta una tercera vida en el diferido serán rentables. Quizá va siendo hora de pensar que el prestigio es más que una medalla. O empezar a hablar de desprestigio.