A TVE se le puede acusar de muchas cosas. Y en lo que respecta a Eurovisión, ni digamos. ¿Por qué no se fija una selección todos los años para escoger a nuestro candidato? ¿Por qué no se explican los gastos derivados en Viena? ¿Por qué el equipo de festivales no asume los fracasos? Preguntas sin respuestas.

Pero en lo que respecta a generar expectación entorno al certamen son unos maestros. Los putos amos, que diría El Gran Wyoming. Eurovisión interesa. Y mucho. Y en TVE, conscientes de ellos, llevan a cabo una estrategia de comunicación e interactiva para quitarse el sombrero.

Con ningún formato se dosifica tanto la información como ocurre con el festival

Con ningún formato se dosifica tanto la información como ocurre con el festival. Cualquier noticia, aunque sea menor, puede llegar a convertirse en trending topic. Sólo hay que recordar cómo consiguieron ser TT durante toda la mañana del 29 de diciembre gracias a su estrategia de anunciar los candidatos cada media hora.

Lo mismo ocurrirá este martes cuando publiquen los adelantos de las canciones candidatas, o el miércoles cuando podamos escuchar las canciones íntegras. Y a eso sumemos encuentros digitales, periscopes, entrevistas… Viralidad, viralidad y viralidad.

TVE consigue que el festival siga vivo año tras año

Es cierto que los eurofans se enfadan y atacan a la cadena. De ahí el conocido como eurodrama.  Pero, en el fondo, TVE consigue con esta estrategia, fomentando con toques de humor estos dramas, que el festival siga vivo, a la vez que acalla a aquellos que piden que abandonemos el certamen. ¿Cómo abandonar un formato que genera tanto interés en medios y redes?

Sólo el pasado año, durante la semana eurovisiva, los distintos contenidos de Eurovisión (programas especiales, emisiones en streaming a través de Periscope) congregaron a más de 2 millones de usuarios (2.046.673) en RTVE.es. Y ya ni hablemos de Twitter donde se consiguió la segunda emisión de tele más comentada de la historia en España con 2,2 millones de tuits.

¿Eurodrama o no eurodrama? He ahí la cuestión.