Los fans de Dragon Ball se las prometían muy felices cuando Akira Toriyama confirmó el regreso de la serie con una nueva secuela titulada Dragon Ball Super. Sin embargo, poco ha durado la alegría tras ver la calidad de la imagen de los primeros episodios.

Las críticas se han ido sumando semana tras semana al ver que, en lugar de la definición que solían tener los trazos de los personajes de Bola de dragón había garabatos más propios de un niño de corta edad.

El pasado domingo, la gota colmó el vaso. Goku aparecía junto al villano Bills en unos dibujos sin ningún detalle que apenas permitían distinguir la identidad de un personaje de estas características, dejando patente la falta de presupuesto invertida en Dragon Ball Super.

Pero este no ha sido el único momento flagrante. Un Vegeta con dos manos izquierdas, un Goky convertido en super-saiyán que dista de parecerse al que pudo verse en Dragon Ball Z... Tantas han sido las críticas en Japón y a lo largo de todo el planeta que incluso se ha comenzado a recoger firmas para que la cadena FujiTV haga algo para arreglar este desaguisado.