Las horas malditas de publicidad en televisión: por qué hay tramos de anuncios tan largos
La regulación especial de la publicidad en los informativos estaría detrás de las eternas comunicaciones comerciales en las franjas de la sobremesa y el access prime time
20 octubre, 2020 14:18En muchas ocasiones, la publicidad televisiva resulta excesiva. Una tendencia repetitiva, pese a la normativa vigente desde 2012, y que ha generado numerosas amonestaciones para Atresmedia y Telecinco durante los últimos años.
Esa realidad es palpable en tramos horarios muy concretos del mediodía, la sobremesa y el access prime time, antes y después de los informativos, horas malditas en las que los anuncios parecen extenderse hasta el infinito y más allá, con el consiguiente malestar para el espectador.
La franja de 14:45 a 16:15 es una buena franja para echar una cabezadita
Así, por ejemplo, cada día nos encontramos con que, tanto en Telecinco como en Antena 3, existe una franja desierta en la que se encadenan varios boques publicitarios de 15:45 a 16:15 horas. En el caso de la cadena de Atresmedia, además, se añaden otros dos bloques que hacen que Amar es para siempre no empiece hasta las 16:30 horas. Es decir, 45 minutos después de que termine Deportes.
No es de extrañar por tanto que Antena 3 se deje por el camino la mitad de la audiencia que consigue el informativo de Sandra Golpe. Así pasa de más de 2,5 millones de espectadores y casi un 20% a poco más de un 10% y 1,2 millones de espectadores.
Y lo mismo sucede en la noche. Entonces se encadenan anuncios en las dos grandes cadenas privadas desde las 21:40 apróximadamente hasta las 22:05 horas. De ahí que Antena 3 haya decidido trocear El hormiguero para que la audiencia del programa de Pablo Motos empiece a contar tras una gran pausa publicitaria.
Otro ejemplo lo tenemos en el fin de semana en Cuatro y laSexta, que desde las 20:45 hasta más allá de las 21:20 horas, encadenan también bloques publicitarios. Y ya por no hablar de los dos extensos bloques publicitarios de laSexta Noche de 23:30 a 24:30 horas, una hora en la que casi hay más anuncios que programa.
Un límite de 12 minutos
Pese a que la Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual establece un límite de 12 minutos por hora de mensajes publicitarios (excluidos patrocinio y emplazamiento) y cinco más de autopromoción, en algunos tramos horarios del mediodía y primera hora de la tarde, las pausas publicitarias se hacen eternas. ¿A qué se debería? Al propio contenido de esas franjas, informativos, emisiones que solo pueden hacer un corte comercial por hora de reloj y en las que no está permitido el patrocinio, según el Reglamento que desarrolla la norma.
¿Qué se entiende por informativo? Según el Ministerio de Industria es el “equivalente a un telediario, boletín de noticias o programas de investigación o reportajes”. Quedan exentos de estas restricciones los Deportes y el Tiempo. De esta manera, la mayoría de cadenas sacaron estas secciones del boletín donde solían incluirse, convirtiéndoles en programas independientes, que posibilitaban la introducción de los patrocinios establecidos en el reglamento para el resto de contenidos.
Según recuerda la CNMC, el artículo 14.4 de la LGCA permite una sola interrupción publicitaria por cada 30 minutos en los boletines televisivos, ya que un mayor número podría “afectar a la integridad de este tipo de programas y contribuirían a saturar al telespectador”. Esta normativa obligaría a las cadenas a introducir en los minutos restantes, desde la finalización del boletín, todos los spots, patrocinios y emplazamientos, estos últimos no se consideran publicidad y, por lo tanto, no computan en esos 12 minutos.
Las exclusiones
Hay que tener en cuenta que también se excluyen tanto del límite de cinco minutos de autopromoción, como el de 12 minutos de comunicaciones publicitarias, los programas de informan sobre la programación del prestador del servicio de comunicación; secciones y contenidos, dentro de magazines y otros programas, que informan de la programación; las sobre impresiones de la parrilla, y los anuncios o mensajes de productos accesorios derivados de determinados programas que faciliten la participación del telespectador.
Sin olvidar que los anuncios de servicio público o carácter benéfico tampoco computan como publicidad, así como aquellos cuya emisión es gratuita o están ausentes de elementos de naturaleza comercial.
Cierto es que los informativos son claves en la estrategia comunicativa de la cadena, ocupan las horas más destacadas de la jornada y definen la línea editorial del medio. Sus cuotas de audiencia millonarias los convierten en el centro de interés de los anunciantes y, por tanto, las cadenas tienen que hilar muy fino para no incumplir lo establecido.
En este sentido, tanto Atresmedia como Mediaset han sido requeridas por el organismo regulador en varias ocasiones. La última fue en octubre de 2019, cuando Competencia abrió expediente sancionador a Antena 3 por superar el límite de tiempo dedicado a la publicidad durante la emisión de un informativo, y otro a Mediaset, por la inserción de espacios de patrocinio con “incitación directa a la adquisición del producto”.