El caso 'FoQ', el ejemplo de cómo ha cambiado la situación de los guionistas

El gran éxito cosechado por FoQ: El Reencuentro, con colapso de ATRESplayer PREMIUM incluido debido al volumen de peticiones, se ha visto ensombrecido por la polémica decisión de Atresmedia de no sólo no contar con su creador, Carlos Montero, si no también de obviarle en los títulos de crédito.

“Mola que algo que creé hace once años (FOQ) colapse la web de A3 (así será de buena...) con los dos nuevos capítulos. Lo que ya mola menos es que me hayan obviado hasta en los títulos de crédito (sin mí nada existiría) Pero allá ellos”, ha escrito el creador y guionista en Twitter, que ha recibido los apoyos de compañeros de profesión como Alberto Caballero (La que se avecina) y el agradecimiento del guionista de este reencuentro, Carlos G. Miranda.

Desde Atresmedia, sin embargo, se defienden argumentando que les hubiera encantado contar con Montero en este proyecto, pero que no han tenido “suerte porque ahora está trabajando para otra plataforma (Netflix) y tiene un contrato en exclusividad”.

Algo a lo que el propio guionista le resta importancia. "A ellos les preguntaron y hablaron de mi contrato, pero no saben qué contrato tengo. Además, ya te digo yo que Netflix no me hubiera impedido que yo volviera a Física o Química para hacer los dos capítulos", añade el guionista.

Sin embargo, es sabido en el sector que a la plataforma americana no le gusta que se publicite el trabajo de sus rostros en otras plataformas o cadenas. De hecho a Maggie Civantos se le permitió participar en Vis a vis cuando era una de las estrellas de Las chicas del cable siempre y cuando no posara a solas con el logo de FOX.

Unos mindundis

Sea como fuere este es un feo que, como han recordado desde Alma Guionistas, ha devuelto a la industria a aquella época en la que las series no tenían creadores. “Me ha sentado fatal que no me llamaran porque me recuerda al pasado, al poco poder que teníamos y lo poco que pintábamos. Les das un éxito como Física o Química, la rescatan por ese componente nostálgico y, porque están en su derecho moral y legal, pero me alucina que no me llamen”, comenta Montero a BLUPER con motivo del estreno de su nueva serie El desorden que dejas en Netflix. 

Me ha sentado fatal que no me llamaran porque me recuerda al pasado, al poco poder que teníamos y lo poco que pintábamos

“Los guionistas hemos sido los mindundis cuando eras la semilla y el origen. Teníamos contratos completamente leoninos donde lo vendías todo, menos los derechos de autor, que por ley no te los podían quitar. Y este era el caso. Que yo no tenga ningún poder sobre mi obra, me da mucha tristeza”, recuerda el creador de Élite.

Mucho ha cambiado desde entonces. Montero, que fue de los primeros en luchar para que en Física o Química saliera aquello de ‘creado por…’, ahora tiene un “contrato completamente decente. Y aunque no lo tuviera, que lo tengo, la manera de trabajar es otra. Que yo tenga entrevistas, me ha pasado ahora con Netflix. Antes nadie me entrevistaba”.

El precio a pagar con Netflix

Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Como bien recordaba Elena Neira en su artículo ‘El desconocido precio de crear una serie original para Netflix, “los creadores suelen recibir el dinero por adelantado, pero a cambio el show pasa a quedar en manos de Netflix, sin backends por reemisiones en segundas ventanas o royalties por reproducción”.

Y recordaba el caso de Michaela Coel, que rechazó un millón de dólares por producir I may destroy you ante la imposibilidad de negociar cualquier tipo de porcentaje de los derechos de autor con Netflix. Finalmente la joven llegó a un acuerdo con BBC y HBO consiguiendo mantener el control creativo de su serie.

Yo quiero que mi serie sea buena, no que todas las frases sean mías.

“También tienes que saber que tener el control absoluto tiene otras contrapartidas no tan buenas. A lo mejor no puedes estar en determinadas plataformas o ciertos sitios. Tú también tienes que equilibrar”, comenta Montero cuando le preguntamos por este caso concreto.

“Yo tampoco busco el control absoluto, pero sí sobre mi obra. Los que venimos de guión siempre estamos ávidos de que la gente participe en lo que hacemos, escuchar voces. Yo quiero que mi serie sea buena, no que todas las frases sean mías. Pero de ahí a que desaparezcas, hay un abismo”, añade.

En este sentido, desde Alma Guionistas, se muestran tajantes: “Y no lo olvides nunca: tú quieres que tu guión se ruede, pero ellos LO NECESITAN. No te están haciendo un favor. Tu proyecto es el origen de todo. Sin él no hay audiencia, ni suscriptores, ni beneficios millonarios, ni nada. NEGOCIA y pon el valor lo que es tuyo”.