Cienfuegos, el ambicioso psicólogo que pretende llevar la Seminci a lo más alto: "El reto de la excelencia para mí es irrenunciable"
Su objetivo es continuar con la consolidación del Festival, que se conciba como generador de empleo y que sea una cita de referencia del cine de autor introduciendo su sello personal
13 mayo, 2023 07:00Ha pasado poco más de una semana desde que José Luis Cienfuegos cogió el relevo de Javier Angulo poniéndose al frente de la dirección de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Un hecho por el cual el asturiano se ha convertido en uno de los personajes del momento en lo que al espectro vallisoletano se refiere.
Estudió Psicología en la Universidad de Oviedo. Sin embargo, su afición por la música y el cine y su compromiso con dicho sector le llevaron a iniciar una carrera profesional vinculada a la programación cinematográfica.
Ha dirigido durante 12 años el Festival de Gijón, ha participado en el comité de selección de los premios LUX Film Awards, ha sido asesor de programación de Laboral Cinemateca y de German Films para el Festival de Cine Alemán de Madrid, y jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes de la Fundación Príncipe de Asturias de 2013 a 2017.
También ha llegado a organizar el festival multicultura Intersecciones, es miembro de la European Film Academy, forma parte del jurado de festivales de renombre como el de San Sebastián, y su última experiencia laboral la desarrolló al frente de la dirección del Festival de Sevilla.
No cabe duda de que José Luis Cienfuegos cumple con el perfil perfecto para ponerse al frente de un festival de referencia del cine de autor, como es la Seminci. Sin embargo, poco se sabe de cómo el asturiano está afrontando esta nueva andadura profesional, así como de la forma en la que piensa dirigir el que sin duda se ha convertido en uno de los grandes proyectos de su vida.
Estas cuestiones han sido aclaradas por el nuevo director de la Seminci en una entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León en la que, además, se ha atrevido a compartir algunos aspectos hasta ahora desconocidos de su vida más personal.
"Hemos subido en marcha. A contrarreloj, pero no hay miedo porque está todo organizado, aunque queda darle contenidos y hacer los cambios que creamos de estructura. Ahora mismo estoy en un periodo de adaptación, de evaluación y análisis", ha explicado Cienfuegos sobre sus primeros días en el cargo.
Encara esta nueva etapa de su vida sin sentirse asustado ni presionado, pero si con mucha responsabilidad. Él considera que, dada la buena acogida que ha tenido a su llegada a la denominada ciudad del Pisuerga y el cariño recibido durante estas primeras semanas, ahora lo mínimo que puede hacer es "responder a las expectativas de la gente".
"Para mí es un honor poder trabajar por un festival al que tanto quiero porque es el Festival en el que he nacido. De miedo nada y asustado tampoco porque hemos toreado en peores plazas. Yo soy sobrio y contenido, pero pesa más la emoción, la alegría y el orgullo porque no hay nada más bonito que dirigir un festival en el que te has formado como programador", ha confesado. "Además, recibir una carta de apoyo de la Asociación de Vecinos dándote la bienvenida es algo que nunca había vivido y también es muy gratificante", ha añadido.
En este sentido, Cienfuegos ha reconocido que, aunque esta sí es la primera vez que trabaja para el Festival de Valladolid, no es la primera que lo hace con él, pues, cuando dirigía el Festival de Sevilla, se alió con la Seminci para poner en marcha un proyecto educativo denominado Ventana Cinéfila: "Son años trabajando juntos y eso facilita mucho las cosas. Luego aparte hay parte del equipo que conozco desde hace años y sé que tenemos una cierta manera de hacer las cosas que compartimos", ha admitido.
"Me he traído un par de personas de allí, pero para mí es importante contar con el equipo que ya estaba porque siento que somos como una piña y que estamos todos juntos con el bonito objetivo de sacar adelante el Festival. Me siento muy apoyado". Y es que, una de las prioridades de José Luis es que el Festival se conciba como un generador de empleo, algo que siempre ha fomentado y en lo que piensa seguir trabajando.
A la hora de opinar sobre su predecesor, Cienfuegos lo tiene claro. Él considera que ser su sucesor no es ningún reto porque, al igual que su compañero Angulo, él también cuenta con una experiencia que le avala. No obstante, sí reconoce lo beneficioso y provechoso que ha sido su liderazgo al frente de la Seminci, así como lo tanto que ha hecho evolucionar el Festival.
Ahora bien, el asturiano piensa que, igual que cada festival es diferente, que cada lugar es diferente y que cada público, también es distinto, cada programador intenta darle a su festival su toque personal. Y eso es, precisamente, lo que él se ha propuesto hacer: "Yo soy un director ambicioso en cuanto a la calidad de la programación y a los cineastas que visitan el Festival. Soy exigente y el reto de la excelencia para mí es irrenunciable, por eso creo que tuve tanto reconocimiento en Gijón y en Sevilla, porque no repetí la misma fórmula y porque nos fuimos adaptando a las necesidades de cada plaza", ha espetado.
Por todo ello, su objetivo es, además de continuar con el crecimiento y la consolidación del Festival e intentar que sea un festival de referencia del cine de autor, cumplir con cada una de las ideas plasmadas en el proyecto que tuvo que presentar en la convocatoria pública para ser director y a través de las cuales pretende implantar su propio sello: "Algunas sí que va a dar tiempo a aplicarlas esta edición. Entre ellas destacaría la creación de un departamento de educación, incrementar la atención e implicación del público, y también tema de la industria. Hay muchos campos en los que vamos a trabajar, aunque respetando los que ya había", ha advertido para después lanzar la gran promesa: "Llevaremos el Festival hacia donde nos encontremos más a gusto y creamos que podemos ser más útiles al cine y a los cineastas".
Cienfuegos pertenece a una generación que siempre ha consumido mucho cine. Eso es lo que, según él, le ha convertido en un programador desprejuiciado y abierto a la literatura, al lenguaje televisivo, a la música, en su caso al soul, y también al cómic, cuestiones que, a su parecer, se ven también reflejadas en su manera de trabajar.
Durante su juventud, él encauzó su carrera profesional hacia la psicología. Sin embargo, tal y como ha confesado, "mi caso es como el de mucha gente que de repente ve que lo suyo es otro camino. Empiezas en el colegio, a ir a sesiones de barrio, de ahí vas a la universidad y te empiezas a mover en determinados círculos en los que compartes aficiones, como el aula de cine. Entonces te ofrecen colaborar en medios de comunicación, en sesiones más abiertas y te llaman de una obra cultural. Muchos compartimos esos comienzos", ha reconocido.
Personalmente, él encontró su fuente de inspiración en personalidades como Olivier Père, quien dirigió la Quincena de Realizadores de Cannes, y el periodista Fernando Lara porque "todo lo que aprendí de la Seminci lo hice siendo Fernando Lara director del Festival".
Es importante mencionar que el trabajo del asturiano no solo se va a centrar en la Seminci como tal, la cual celebrará su próxima edición del 21 al 28 de octubre de 2023, sino que si algo tiene claro el director eso es que va a trabajar junto al Ayuntamiento de Valladolid y a la Film Comission para que la próxima gala de los Goya sea "una fiesta, pero no solo de un día, sino que haya actividades previas de formación y encuentro", y que se va a encargar de que la Seminci tenga un papel destacado durante todo el año, mediante la organización de diferentes tipos de actividades, sobre todo, "de formación, de tutorías y de difusión". Porque "la naturaleza de los festivales ha cambiado, porque ahora demandan porque saben que hay un equipo estable que estamos todo el año y porque hay que devolverle al ciudadano esta inversión que hace en nosotros", ha concluido.