Iñigo Torres, candidato del cambio a la presidencia de la Federación de Castilla y León de Voleibol
Continuidad o cambio. Ante esta disquisición se presentarán los representantes de la Federación de Castilla y León de Voleibol en la Asamblea que se celebrará el próximo domingo, 25 de julio, en el Hotel Olid de Valladolid. Un encuentro en el que también se elegirá la presidencia para los próximos cuatro años y que será diferente a la de los últimos 30 en los que siempre hubo una candidatura única, la del actual presidente, Antonio Sangrador.
En esta ocasión tendrá enfrente al “candidato del cambio”, el periodista de 48 años Iñigo Torres, quien pretende dotar de aire fresco a la Federación. Por eso su objetivo prioritario es “cambiar” todo lo que se ha hecho hasta ahora y dar un paso más para colocar al voleibol de la Comunidad “donde se merece”.
Para ello, quiere que haya unas competiciones territoriales y provinciales más potentes y evitar que cada vez cuenten con menos clubes, como pasa ahora. También ve necesario potenciar la formación de entrenadores o de lograr un nuevo programa de tecnificación del centro de Alto Rendimiento de Río Esgueva entre otras muchas medidas que tiene en su cabeza.
Según Torres Castilla y León “cuenta con muchos campeonatos nacionales” pero ninguno “de Castilla y León o provinciales”. Algo que redunda económicamente en positivo para su Federación, pero nada en lo deportivo. Porque, aunque “las cuentas están saneadas”, el candidato alternativo considera que “poco o nada favorece a los clubes de la Comunidad. Llevamos dos años, por ejemplo, en que ni siquiera se celebra la Copa de Castilla y León”.
Toda esta situación, así como considerar que el candidato oficialista está “en manos del presidente de la Federación Española”, Agustín Martín, le ha hecho tener claro que había que dar un paso adelante aún conociendo las dificultades que va a tener para conseguir el triunfo. Algo que “me encantaría” pero que no es la única razón por la que ha tomado esta decisión.
Mover el arbol
“Lo que quiero es que la gente diga públicamente en la asamblea que es lo que quiere para el voleibol de Castilla y León, saber si están contentos con lo que hay o prefieren otras cosas. Quiero que todos aquellos que llevan tres años y once meses diciendo que hay que provocar un cambio sean consecuentes”. Aún sabiendo que es complicado cuando Agustín Martín actúa como ‘dirigente’ en la sombra de la FVCL y como persona por la que pasan todas las decisiones.
En definitiva, el próximo domingo se sabrá si el voleibol castellano y leonés da un giro de 180 grados para apostar por la renovación o se ancla en la misma política que, de momento, “da unos muy pobres resultados deportivos”.