Después de seis años al frente del baloncesto profesional en Valladolid como presidente del actual UEMC Real Valladolid, Mike Hansen sorprendió ayer a todos presentando su dimisón. Lo hizo a través de un comunicado en el que esgrimió razones personales que le han llevado a tomar una decisión que ha sido complicada.

Más cuando después de tener que empezar un proyecto desde cero, en el que la credibilidad del anterior CB Valladolid había quedado hecha añicos por los continuos engaños e impagos que llevaron a su desaparición, en la actualidad el club está saneado y quiere regresar a la ACB.

-¿Cómo está después de tomar la decisión de dejar la presidencia del UEMC Real Valladolid?

- Estoy bien, muy agradecido porque no me esperaba la cantidad de mensajes que he recibido dándome ánimos y agradeciéndome el trabajo realizado. No es que haya dimitido para recibir elogios pero estoy sobrecogido con la reacción de la gente a la que la gusta el baloncesto.

- Se le nota feliz…

-Sí, lo estoy. Y muy agradecido.

- ¿Tenía clara la decisión?

- Tuve dudas. Sobre todo de como iba a estar el día después. Ayer apagué el teléfono cuando mandé el comunicado y me ha costado dormir, pero esta mañana me he levantado tranquilo y eso es positivo. Al final lo bueno es que la gente sigue feliz con su club porque no hay que olvidar que es de toda la provincia y que has devuelto una credibilidad que se había perdido hace seis años. Algo que se ha recuperado gracias al trabajo de todo un equipo de personas, no solo yo.

-¿No era el club de Mike Hansen?

- En absoluto. Ha habido mucha gente trabajando en la sombra, confiando en mi y en el proyecto. Y queda aún mucho por hacer, esto es solo el comienzo. Empezamos hace seis años empezando de la nada, especialmente cuando la credibilidad ya no existía.

- Es que además de empezar desde un club que había desaparecido, lo peor eran los impagos, las promesas no cumplidas…

- Correcto. Socialmente hablar de baloncesto de elite en Valladolid provocaba muchos resquemores. Lo viví en primera persona como director de cantera y era muy duro. Lo que más agradezco es que la gente me ha respetado y me ha tratado con mucho cariño aunque no haya nacido en Valladolid.

- Incluso cometiendo algunos fallos.

- Tengo muchos, pero, aunque no es bueno que lo diga yo, soy una persona de palabra. Cuando prometo algo me dejo la vida para conseguirlo y eso la gente lo ha apreciado, valorado y agradecido. Esa ha sido la bandera del club, recuperar la credibilidad. Sin ella, no hay nada.

- Es que la forma en que desapareció el CB Valladolid, antiguo Fórum Filatélico, fue muy doloroso.

- Exacto. Por eso, paso a paso, hemos cambiado la forma de ver el baloncesto en Valladolid. Ahora el club ha pasado a otra dimensión de seguir creciendo y ahora voy a disfrutar viendo como el club sigue en esa línea.

Mike Hansen en el palco durante un partido

- Y precisamente ahora en que se hace una buena plantilla, recupera a Roberto González como entrenador y se aspira a más cosas, llega usted y dimite…

- Ahora lo fácil sería seguir. Cuando cogí la presidencia del Fórum mi objetivo era que Roberto siguiera de entrenador y no pudo ser porque le habían maltratado con los cobros, con promesas que no se cumplían y el tomó la decisión de marcharse al baloncesto amateur. Y ahora que lo tenemos decido dar este paso.

- ¿Pero por qué?

- Yo hice unas promesas que he reflejado en el comunicado de mi marcha y se han cumplido. Tengo una familia que me necesita y no quiero perderme más. Seguiré en el club, no me voy lejos, soy uno de los socios propietarios del club pero estaré fuera de la primera línea. Hay que sabe cuando te tienes que marchar, un presidente no puede estar para siempre.

- ¿Incluso cuando parece que la opción ACB está más cerca?

- Eso es lo fácil. Soy una persona que le gusta el trabajo difícil y ya está hecho.

- ¿Ha merecido la pena?

- Sí. Y eso que ha habido momento muy duros y crueles. Porque cuando montas tu propia empresa los primeros años son de no dormir, sufrir, de ver como pago a la gente cada nómina, cumplir con los acreedores… Nosotros teníamos una mira en la nuca y no podíamos fallar en eso. Y lo hemos conseguido.

-¿Deja el club en buenas manos?

-Sí. El Real Valladolid está detrás, a Ronaldo le encanta el baloncesto y están encantados con el proyecto. Así que creo que el baloncesto tiene un futuro muy bonito.