El Pucela cayó este sábado en el Benito Villamarín ante el Real Betis por 2-1. Dando la cara y ofreciendo, en determinadas partes del encuentro, un buen fútbol en el feudo de uno de los equipos que mejor temporada están haciendo. Sin embargo, de nuevo, la actuación arbitral fue criticada por la hinchada blanquivioleta a través de las redes sociales.
Jordi Masip, el guardameta de Sabadell, tuvo que pedir el cambio en el minuto 77 de partido este sábado tras recibir un golpe en el hombro izquierdo al intentar atajar un balón que le dejó dolorido. Los servicios médicos le atendieron durante varios minutos pero finalmente tuvo que abandonar el tapete del Villamarín para ser sustituido por Álvaro Aceves, que completó unos buenos minutos. Mateu Lahoz no mostró tarjeta al jugador verdiblanco.
“Qué sinvergonzada. Competición podrida hasta el tuétano”, aseguraba el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, en relación a esa jugada del partido en una semana en la que la imagen del colectivo ha quedado seriamente dañada.
Todo tras la polémica del ‘Caso Negreira’ que sigue coleando. Después de que se conociera que el Fútbol Club Barcelona habría pagado, presuntamente, siete millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Negreira habría amenazado al Barça en 2018, cuando cesaron los pagos a su empresa, con desvelar irregularidades.
En un partido polémico pero eléctrico, de nuevo Cyle Larin marcó un gol, el tercero en la cuenta del canadiense desde su llegada y en cuatro partidos. Los de Pacheta tuvieron opciones de llevarse un punto del feudo verdiblanco hasta el final pero finalmente no pudo ser.
Monchu, en un libre directo cuando el partido agonizaba mandó el balón al poste izquierdo de la portería defendida por Claudio Bravo y el choque finalizó con el 2-1 en una actuación brillante de Sergio Canales que fue clave para dar los tres puntos a los suyos.
El Real Valladolid se queda en la tabla clasificatoria con esos 24 puntos, a cuatro de los puestos de descenso y comienza a preparar ya el choque del próximo fin de semana ante el Celta del Vigo el domingo, en Balaídos.