El auge de las fintech puede ser el catalizador que le hace falta a la economía española
Si no has oído hablar del término fintech todavía, prepárate porque lo oirás con frecuencia en esta nueva década. Bajo ese anglicismo se agrupan aquellas iniciativas empresariales que combinan tecnología y finanzas en sus modelos de negocio. La lista de sectores transformados por la revolución fintech es muy larga: pagos y remesas, neobancos, seguros, gestión de finanzas personales, gestión financiera empresarial, plataformas de trading, de préstamos, de crowfunding, etc. En este artículo trataremos de hacer un pequeño análisis de un ecosistema que está llamado a darle un buen empujón a la economía nacional y que desde hace un par de años se considera una bolsa de empleo sin fondo que puede cambiar definitivamente la precariedad laboral que todavía arrastra nuestro modelo económico tradicional.
Una oportunidad para impulsar la economía española
Quizá uno de los aspectos más positivos de la revolución fintech es su potencial de transversalidad. Sus propuestas no quedan relegadas a un puñado de start-ups que terminan muriendo por falta de financiación o de liderazgo. Al contrario, los grandes protagonistas económicos tradicionales las incluyen en sus modelos de negocio. No hay más que ver, por ejemplo, el caso de los productos bancarios digitales que ofrecen las principales entidades bancarias españolas para competir con las nuevas iniciativas fintech. Sumado todo esto a la adopción por parte de las administraciones de medidas regulatorias métodos audaces para no ahogar la innovación, como el modelo sandbox, que supone un marco regulatorio relajado en el que las empresas fintech pueden probar la viabilidad de sus proyectos antes de lanzarse a su ejecución a gran escala, la receta del éxito está servida. Y el resultado más probable será una gran dinamización de la economía española en su conjunto.
Las finanzas 2.0 ya son una realidad imparable
A día de hoy, son muchos los sectores financieros que han experimentado una verdadera revolución y que han pasado del papel a la realidad. Por citar un par de ellos, destaca el de las plataformas de trading digital, con actores como eToro (https://www.etoro.com/es/discover/markets/stocks), que permite comprar o vender acciones de todo el mundo fácilmente desde cualquier dispositivo electrónico conectado a internet; o el de los neobancos, con representantes nacionales como Bnext, que ofrece un producto bancario en el móvil que brinda recompensas a sus usuarios por utilizarlo (https://bnext.es/recompensas). Estos dos ejemplos de empresas fintech de éxito representan bien la nueva realidad financiera de nuestros días. No se trata de compañías sin andadura, sino de modelos de negocio que han probado su valía y llevan ya años entre nosotros demostrándolo. Por eso puede decirse que las finanzas 2.0 ya han dado el salto definitivo a la realidad económica actual, con todas las implicaciones positivas que ello conlleva: mayor recaudación fiscal, atracción de capitales nacionales y extranjeros, reducción del número de personas desempleadas, etc.
Nuevos horizontes laborales para reducir la tasa de desempleo nacional
El crecimiento imparable del sector fintech en nuestro país no solo se limita a mejorar el balance fiscal de Hacienda o a repartir grandes dividendos entre sus accionistas. Su impacto en la sociedad española tiene potencial para ser mucho mayor. Así, la creación de nuevos perfiles profesionales abre nuevas oportunidades laborales inexistentes e impensables hasta hace un par de años. Y no todos ellos exigen pasar por la universidad. Por ejemplo, existen numerosos cursos online de programación, analytics o big data que abren las puertas a puestos de trabajo dinámicos y bien remunerados en esta industria innovadora. El año pasado ya se habían generado más de 5000 empleos en el sector fintech español (https://www.expansion.com/expansion-empleo/2019/09/30/5d91d849e5fdea61628b46cd.html). Y todo apunta a que en los próximos años esta cifra podría multiplicarse de manera significativa.
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