La suspensión de las fiestas populares supone una catástrofe para más de 12.000 familias en Castilla y León
Nadie tiene la menor duda de que el sector más afectado por la suspensión de las fiestas populares es el de las orquestas, al no poder celebrarse verbenas. A este problema, que afecta a decenas de miles de familias en Castilla y León, se suman otros sectores como los feriantes, con otras tantas de miles de familias. Pero también los conciertos, las charangas y, no se deben olvidar, los bares, restaurantes y comercios de los pueblos cuya subsistencia anual y permanencia está supeditada a la celebración de las fiestas patronales o de verano.
Según estimaciones de Acople -asociación sin ánimo de lucro que nace con la finalidad de velar, proteger y mejorar los intereses comunes del sector cultural, y más en concreto y por primera vez en la historia la defensa del sector de las fiestas populares- en Salamanca son más de 1.000 familias las que dependen de las fiestas populares. En Castilla y León, esta cifra asciende hasta las 12.000 personas, con sus respectivas familias, las que viven ya como un drama desde hace un año esta situación y que, visto que desde la Junta de Castilla y León no se dice aún nada al respecto, ni se da un pequeño atisbo de esperanza, temen que la situación se pueda volver a repetir en el verano de 2021. Por ello, piden que se active un protocolo y se dé seguridad y certidumbre a los ayuntamientos en la organización de sus fiestas populares, porque soluciones las hay, porque el protocolo está y la Junta de Castilla y León, como otros gobiernos autonómicos, lo conocen y tienen sobre sus mesas, solo falta ponerlo en marcha.
NOTICIASCYL se ha puesto en contacto con empresarios, representantes, técnicos y músicos que todos los veranos recorren los pueblos y ciudades de Castilla y León para conocer la realidad del sector que, a modo de resumen, ya no piden ayudas -que nunca han llegado-, sino "que nos dejen trabajar, solo pedimos un protocolo, al igual que la hostelería o los comercios", explica Pablo Alexander, de La Huella (Segovia), porque varias posibilidades existen para poder trabajar. Además, todo el sector está a la espera de los resultados epidemiológicos del concierto de 'Love of Lesbian' en el Palau San Jordi, con 5.000 personas, todas con mascarilla y sin guardar la distancia de seguridad.
Carlos de la Calle, empresario salmantino, músico y presidente de Acople
Carlos de la Calle, presidente de Acople./ Foto L. Cotobal
"Miles de familias abandonadas a su suerte y con un futuro incierto" es la denuncia que formula Carlos de la Calle, quien pide "una reactivación coordinada con las administraciones públicas y la empatía de la sociedad" para que esta situación de catástrofe pueda, al menos, evitarse en lo que resta de año. Este profesional de organización eventos en fiestas populares pide, en nombre del sector, "apoyo y comprensión", porque, explica, "hasta que llegó la pandemia, el sector se estaba recuperando de la crisis de 2008 con inversiones en trailer, equipos de sonido y luz y la profesionalidad de los músicos y cantantes". Además, indica, "el sector, sobre todo las orquestas, se amoldaron a muchas eventualidades, incluso económicas, como también de otro tipo para sacar las fiestas adelante como pidieron los ayuntamientos". Ahora, por ello, piden también "comprensión y apoyo a las instituciones, sobre todo a los ayuntamientos, y que sean valientes, porque ahora están sumidos en la incertidumbre".
No es menos cierto, asegura el presidente de Acople, que "nosotros también somos parte de la salud mental, porque la gente necesita alegría para llevar el día a día, y las fiestas populares son eso, alegría y convivencia". Es que, se queja, "si persiste esta situación durante el verano, serán muchos profesionales los que abandonen el sector y luego, para recuperarlo en años sucesivos cuando llegue al normalidad, será muy difícil".
Pablo Alexander, La Huella (Segovia): "La gente también necesita que haya espectáculos"
"Da la impresión de que pedimos limosna o que sólo nosotros necesitamos trabajar. No es una cuestión de que necesitemos trabajar, que también, pero en eso ya hemos insistido y lo hemos dicho cuarenta mil veces. Creo que se está haciendo poco hincapié en el hecho de que la gente también necesita que haya espectáculos. Es evidente que, después de más de un año sin trabajar, por supuesto que lo necesitamos. Pero me parece también muy importante recalcar que la sociedad nos necesita", explica Pablo Alexander.
"Me parece bien que estén las terrazas llenas, que la gente salga a la calle. Todo eso me parece bien. Lo que es incomprensible es que a esa gente a la que se permite salir a la calle y tomar algo en una terraza, no se le permita disfrutar de un espectáculo a la vez que está haciendo lo demás, que al final es lo único que pedimos, que nos dejen entretener a la gente, que le hace mucho bien también, no sólo a nosotros", puntualiza Pablo.
"La realidad es que llevamos más de un año parados, somos el único sector por el que, a pesar de los esfuerzos, no se ha luchado. Nos sentimos un poco desplazados. Nuestro trabajo es, como mínimo, igual de importante que otro cualquiera, ni más ni menos. Yo no digo que sea más importante, pero como mínimo igual de importante". El verano pasado se trataron de adaptar a la situación de pandemia un montón de espectáculos y aún así, "la contratación fue muy escasa".
De momento, se pueden adaptar espectáculos para que sean entretenidos, para ver sentados o que se puedan realizar con las medidas de seguridad que haya en cada momento. "Porque hay unos mínimos que, incluso en la peor de las situaciones, se pueden cumplir siempre en cualquier espectáculo. Hay que intentar que el 100 por ciento de los ayuntamientos suministren entretenimiento a su gente, porque además le va a dar vida a los pueblos". Y para eso, explica Pablo Alexander, "pueden contratar los mínimos". ¿Cuál es el mínimo? Un espectáculo para 50 personas sentadas es lo que se puede contratar ahora mismo. "Que contraten eso, que a partir de ahí crecer es más fácil", sentencia. Si una semana antes resulta que tienes la suerte de que ese concierto se puede hacer para mil, "no hay problema ninguno. Pero a nosotros nos da la posibilidad de saber que vamos a trabajar. Es muy importante saber el volumen de trabajo que vamos a tener, independientemente de si va a ser para 100 personas o para mil, porque eso nos permite empezar a preparar los espectáculos".
"Hay otra cosa que creo también es importante hacer hincapié. Nuestra profesión y espectáculos no es un hobby para nosotros. No es algo que preparemos en una semana. Cuando montamos un espectáculo, del tipo que sea, necesitamos un tiempo de preparación. Y el problema con el que nos estamos encontrando, o nos podemos encontrar, es que si nosotros no tenemos una seguridad de cara al verano, es totalmente inviable preparar esos espectáculos". Y finaliza, "el hecho de tener cerrada una fecha te da la seguridad de que te puedes poner a ensayar e invertir en material".
Lito Garrido, líder de Panorama (Galicia): una orquesta de la que viven 33 familias
Lito Garrido, líder y cantante de Panorama -la mejor orquesta de España-./ FALCAO
Lito Garrido -el más afamado y conocido calvo de la Panorama- es el máximo símbolo de la renovación de la verbena gallega, el cantante de la mejor orquesta de España, Panorama, que mueve miles de personas en sus verbenas. Empezó en este mundo a los 12 años tocando el saxo, siguió encima de dos tractores en Verín y ahora lleva cuatro tráileres.
P.- ¿Cómo ve el panorama, nunca mejor dicho, para el año 2021?
R.- Veo que vamos un poquito tarde en la vacunación. Tenemos esperanzas de hacer algo, pero mantenemos la opinión de que avanzamos con un par de minutos tarde, y creemos que va a ser complicado que en julio podamos trabajar de una manera un tanto normal.
P.- ¿ Y con una orquesta como Panorama, supongo que incluso más complicado por todo lo que supone de concentración de personas en sus verbenas?
R.- Una de las señas de identidad de la orquesta Panorama es que haya mucha gente. Para ello, repito, vamos un poco tarde. Pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde. Claro que con la Panorama es más complicado, porque cuando nos contratan es por algo, y tenemos unas expectativas que hay que cumplir. Nosotros sí que podemos adaptarnos a menos público, pero no a decepcionar al público. Por ahora estamos como todos, con la esperanza, porque para el mundo de las orquestas lo peor es la incertidumbre. Otras profesiones saben un poquito a qué agarrarse, nosotros en estos momentos no sabemos nada. Y después, para salir, tenemos que saber cómo, cuándo, y hace falta también una preparación.
P.- Entonces, si no se sale, el caos.
R.- Exacto, es el caos. Necesitaríamos rescates y ayudas porque ya no volveríamos a trabajar hasta el verano que viene. Fíjate, quince meses más, prácticamente.
P.- Por ejemplo, Panorama, ¿cuánta gente moviliza con artistas y técnicos en una verbena?
R.- Nosotros somos treinta y tres personas en ruta, más las que están en el taller y en la oficina, pero en ruta y movimientos, unas treinta y tres personas, lo que supone 33 familias. Treinta y tres empleos que se podrían perder y si lo multiplicamos por las orquestas que maneja Go -una unión de El Combo Dominicano y Panorama para crear Go Music Management, una de las mayores agencias de espectáculos de España- serían cientos de familias las que se quedan en la nada. Después todo lo que es colateral a la verbena. No sólo somos las orquestas, son los bares, las atracciones, los fuegos artificiales, etcétera, etcétera.
P.- ¿Hay diferencia en la situación de Galicia respecto a Castilla y León?
R.- No, la situación es la misma. Lo que tiene Galicia es que tenemos más cantidad de gente viviendo de esto. En Galicia prácticamente hay tantas orquestas como en el resto de España. Nosotros lo vivimos un poquito más, más de cerca y un poquito peor por la cantidad, pero la situación es la misma.
Luis Cotobal, cantante y líder de La Búsqueda (Salamanca)
El cantante y líder de la orquesta salmantina La Búsqueda
Luis Cotobal, cantante y líder de la orquesta salmantina La Búsqueda, también se dedica al mundo de la comunicación con un digital local propio, Carbajosa Noticias. Además, es el encargado de la comunicación de Acople.
P.- ¿Por qué nació Acople?
R.- Nació fruto del parón cultural, para el que se estimaba que iba a haber ayudas, pero ni hay rescates, ni va a ver nada. Llegado a ese punto es cuando se juntaron varias empresas y varios artistas para formar Acople, cuyo objetivo principal es velar por las fiestas populares y la cultura.
P.- ¿Luis en qué punto estamos?
R.- Estamos en un punto complicado porque, si se echa la vista atrás, ha pasado un año sin trabajar. Estamos en el punto exacto en el que se pelea de verdad por lo que se puede hacer o no este verano, porque de lo contrario, muchas empresas van a terminar cerrando.
P.- ¿Y qué pediría para poder trabajar?
R.- Trabajar por la cultura. Se puede hacer de muchas maneras para que sea segura. Lo que no se puede es dar un cerrojazo y decir que no se puede hacer, porque por esa regla de tres se tendría que dar cerrojazo a muchas cosas que se hacen. Lo que no entendemos es por qué con la cultura tenemos que dar ese cerrojazo. Lo que pedimos es trabajar de manera segura.
P.- ¿Cómo ve la situación?
R.- A nivel personal no la veo tan complicada como la pintan. Creo que la hacen complicada a nivel profesional. Si me pongo en la piel de los representantes, y me pongo por otro lado en la piel de los ayuntamientos, es más complicada de lo que nos podemos llegar a imaginar desde otro punto de vista.
Tengo que decir que los representantes y las agencias cuentan con buenos protocolos que hemos podido hacer desde la Asociación. Pero de otra parte, no están aplicados oficialmente por las administraciones públicas competentes. Además, los ayuntamientos no se quieren mojar con algo que no tienen encima de la mesa, y las agencias de los espectáculos no consiguen que se hagan oficiales los protocolos que ya existen.
¿Tendremos verbenas este verano? Esa es la cuestión.
Una pregunta formulada para ambos, tanto a Luis Cotobal como a Pablo Alexander. El primero opina que "las verbenas propiamente dichas, como las conocemos, no. Lo que van a existir son adaptaciones, y probablemente esas adaptaciones de las distintas formaciones sean la antesala para que en 2022 se puedan volver a llenar las plazas tal y como lo conocíamos. Pero la verbena propiamente dicha yo creo que este verano no".
"Yo estoy con Luis, porque no paro de insistir en que una verbena tiene que ser lo que conocíamos como verbena, no es sólo una orquesta y un espectáculo. Una verbena implica que la gente esté con los suyos, que la gente se abrace, que la gente baile, que la gente cante, que la gente haga lo que le dé la gana libremente. Eso tiene que ser una verbena y tenemos que luchar porque siga siendo así. De cara a este verano, lo veo prácticamente imposible", explica Pablo.
"Además, influyen muchas más cosas, porque dentro de una plaza está el camión de la orquesta, pero también está la barra del bar con todas las restricciones que tiene una barra de bar, la churrería, las atracciones... No nos podemos olvidar de que las orquestas están pasando por una situación complicada, pero también están pasando por una situación difícil los feriantes, los de las carpas, los de los generadores...", comenta Luis.
Todos, de momento, harán espectáculos y conciertos 'a medida' que están contratando ya. Y quieren lanzar un mensaje "de esperanza" también para la gente que sí está contratando cosas.
"Cuando pienso en verbena no pienso solo, como dice Luis, en la orquesta. Cuando pienso en una verbena pienso en que es el momento de comunión, de culmen de todo un año en un pueblo. Y eso implica que las familias se juntan, que la gente va a la barra, que la gente va a la churrería, que la gente monta los cacharritos, y así tienen que seguir siendo las verbenas. La ventaja que tenemos, como te decía antes, es que la gente lo que quiere son verbenas, y es precisamente por eso, por todo lo que implica", puntualiza Pablo.
Todos, de momento, harán espectáculos y conciertos 'a medida' que están contratando ya. Y quieren lanzar un mensaje "de esperanza también para la gente que sí está contratando cosas. No tanto como quisiéramos, pero bueno, estamos dando pasos y creo que cada vez se están concienciando más los pueblos de que se pueden hacer espectáculos, y, probablemente, se hagan cosas muy parecidas a las que hacíamos encima del escenario en una verbena. Pero si la gente no puede estar abajo libremente como estaba antes, eso no es la verbena".
Finalmente, es muy importante tener en cuenta que, para hacer frente a este serio problema, cada vez hay más ayuntamientos que tienen claro que van a organizar eventos, sean del tipo que sea. "Estamos incidiendo mucho en los ayuntamientos que no nos contratan, pero se está haciendo poca publicidad de los que apuestan por hacer eventos, y que son conscientes de la necesidad que tiene el pueblo de sus fiestas populares", finaliza Pablo Alexander.
Ahora, lapelota está en el tejado del virus, pero también, y de manera muy importante, en la Junta de Castilla y León, para poner en marcha el protocolo, de cara al verano, que aseguran desde el sector, tiene encima de la mesa. Por tanto, la decisión, más que nada, es política y que ofrezca certidumebre a los ayuntamientos que, con los varios que ha hablado este diario, están a la espera de que el Gobierno regional ofrezca alguna información de cara a la organización de eventos y fiestas populares este verano en Castilla y León.