Cada año se utilizan 16 toneladas de recursos por persona solo en Europa. Cada individuo genera cuatro toneladas y media de residuos. Se tiran a la basura 180 kilos de alimentos per cápita. Y en 15 de los estados miembros de la UE se entierran más del 50 por ciento de sus residuos municipales en vertederos (entre ellos, España).
Existen voces que indican que la economía circular surgió como una respuesta a la pérdida de competitividad de la economía europea, a la escasez o encarecimiento de materias primas básicas para el funcionamiento de la industria, el estancamiento económico y la pérdida de empleo experimentadas en la última década. Pero más allá de eso, lo que propone la economía circular es un nuevo modelo de sociedad que utiliza y optimiza los stocks y los flujos de materiales, energía y residuos. Su objetivo es la eficiencia del uso de los recursos.
Según Ángel Fernández Homar, presidente de la Fundación Economía Circular, “el actual modelo económico es de 'nuevos ricos', consumimos sin tener en cuenta de dónde vienen los recursos, desperdiciamos mucho pensando que los recursos son infinitos”.
Realmente Fernández Homar no critica el modelo lineal de “producir, consumir, tirar” porque según él, “este modelo es el que ha hecho que la humanidad haya llegado hasta donde estamos hoy”. Pero pretende que “reflexionemos hacia dónde deberíamos ir. El problema está en que cada vez somos más, la clase media crece y somos más ávidos de consumir, pero no queremos sacrificar calidad de vida. Y nos estamos dando cuenta también de que para asegurar nuestra calidad de vida debemos asegurar la de toda la humanidad.”
Según el presidente de la Fundación Economía Circular, “tenemos que rediseñar nuestro modelo económico de tal manera que las materias primas que hemos extraído de la naturaleza se mantengan vivas mucho más allá de lo que hacemos ahora. El ideal sería que esa materia prima estuviera viva siempre”, y añade: “un residuo, es un recurso que ha enfermado porque lo hemos tratado mal. Es mejor hacer medicina preventiva, que medicina curativa. Lo que es inadmisible es que el recurso se muera y que algo que me ha costado tanto extraer de la tierra acabe en el vertedero”
Tal y como se plantea podemos llegar a pensar que esta teoría puede ir en contra de los intereses empresariales. Pero Fernández Homar quiere dejar claro que es “todo lo contrario. Las grandes empresas ya se están dando cuenta de que necesitan reutilizar sus propias materias primas, de tal forma que están cambiando los modelos de negocio. Por ejemplo, ya hay grandes compañías productoras de tecnología que fomentan y promueven entre sus clientes la entrega de antiguos teléfonos móviles, ordenadores... Ellos saben que cada vez van a tener más dificultad para conseguir materias primas, y es más fácil y más barato reutilizar sus propios materiales para seguir produciendo”. En opinión de Fernández, “las materias primas acabarán en manos de muy pocos y estos pocos serán los que marquen los precios, que serán muy altos”, y afirma que “precisamente son las grandes empresas las que más están trabajando más en este sentido”
¿Qué es el ecodiseño?
Aquí entra lo que se denomina “ecodiseño”, o lo que es lo mismo, diseñar un producto de forma que reduzca su impacto ambiental y alargue su ciclo de vida. Cada vez más empresas apuestan por materiales más duraderos y fácilmente reciclables. Uno de los aspectos clave en la creación de un producto es prever las posibles reparaciones que tendrá que afrontar su propietario.
El objetivo de las empresas es ganar dinero, la manera en que lo ganen va a depender de las circunstancias, por eso hay compañías que han visto nuevos nichos de negocio, como por ejemplo la venta de artículos de segunda mano o promocionar el uso de los productos en lugar de la posesión. "En España hace muchos años que esto ya funciona por ejemplo con las fotocopiadoras en las empresas".
Fernández Homar relata a EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León el paradigmático caso del aeropuerto de Schiphol Ámsterdam, en Países Bajos, donde tenemos un excelente ejemplo de un nuevo modelo de negocios: el denominado Product as a Service: "la empresa gestora del aeropuerto estableció una alianza con Philips, que consiste en que ésta última ilumina todo el aeropuerto mediante lámparas LED, diseñados especialmente para este proyecto. De este modo, el aeropuerto puede dedicarse únicamente a su objetivo, que es llevar y traer pasajeros y maletas, y por lo único que debe preocuparse es por pagar la cuenta de luz, mientras que Philips mantiene propiedad sobre las instalaciones y accesorios. Philips por tanto, será el primer interesado en que el rendimiento sea el óptimo y que el sistema logre la mayor durabilidad". Uno de los objetivos de este aeropuerto es llegar al 2030 con una generación de residuos igual a cero, tarea ambiciosa y desafiante, pero que va en línea con el objetivo de convertirse en uno de los aeropuertos más sostenibles del mundo.
La estrategia de economía circular en Castilla y León
En este sentido, las administraciones locales y regionales, han adquirido el compromiso y en 2016 comenzaron a elaborar una estrategia, con la creación de un grupo expertos y la presentación de la hoja de ruta a seguir. Para ello se crearon varios grupos de trabajo en los que están representadas las diferentes Consejerías de la Junta de Castilla y León con competencias en la materia, clúster y centros tecnológicos y Universidades de Castilla y León, la Federación Regional de Municipios y Provincias y grandes empresas con sede en la región.
Actualmente la administración regional, a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, que es uno de los agentes de economía circular en la comunidad, tiene en marcha seis proyectos que cuentan con una inversión, tanto pública como privada de casi 7 millones de euros.
Las regiones y las ciudades disponen de numerosos instrumentos para impulsar la economía circular, , o de la sensibilización, la información y la concertación.
Economía circular en la empresa privada
Por su parte, la empresa privada también lleva a cabo iniciativas, como la que ha echado a andar la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León VITARTIS.
Se trata del proyecto Menc3ia. Los objetivos generales de este plan son “identificar medidas para la mitigación y adaptación al cambio climático, teniendo en cuenta las especificidades del sector, su ubicación geográfica y los posibles escenarios climáticos que pueden presentarse en el futuro. Y todo ello de acuerdo con los principios de la economía circular”.
Según Cristina Ramírez, directora de VITARTIS, "el principal resultado tangible de la ejecución de dicho proyecto ha sido el Plan de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático del sector agroalimentario de Castilla y León", y añade que "como consecuencia del conocimiento generado, se fomentará la puesta en marcha de medidas concretas de mitigación y adaptación al cambio climático por parte de las empresas agroalimentarias de Castilla y León".