Ya se conocen las cifras de las oficinas que Unicaja va a cerrar en Castilla y León. CCOO y UGT han comunicado que la entidad financiera prevé echar el cerrojo a 80 sucursales en la región, que afectaría a 401 empleados.
Los datos se han hecho públicos tras la reunión que esta mañana ha mantenido la mesa sindical con la empresa, y que ha supuesto el inicio del periodo formal de negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad llevará a cabo y que tiene previsto esté cerrado para el próximo 2 de diciembre.
Un ERE que afectará a 1.513 empleados en toda España, de los que 1.005 pertenecen a la red de oficinas y 508 a servicios centrales.
La peor parte se la llevarían León y Valladolid con el cierre de 14 oficinas cada una y la eliminación de 118 y 97 trabajadores respectivamente; seguido de Zamora y Palencia, donde Unicaja tiene previsto prescindir de 12 sucursales en cada provincia que dejarán sin empleo a 35 y 33 trabajadores; seguidas de Salamanca con 10 oficinas menos y la eliminación de 57 puestos laborales.
En Soria se prevé prescindir de 11 sucursales que afectarían a 20 empleados; tres se eliminarán tanto en Ávila como en Burgos con un recorte de 13 y 24 puestos de trabajo, y por último Segovia, donde el cierre de una oficina afectará a cuatro trabajadores.
Movilizaciones
A pesar de que la dirección de Unicaja asegura que mantiene su oferta de diálogo y negociación, los sindicatos consideran que apenas disponen de tiempo para negociar (30 días) dado que se ha procedido a abordar el periodo formal de consultas sin haber agotado previamente las vías que marca el Convenio Colectivo durante el periodo informal.
CCOO considera que esto contradice cualquier buena voluntad por parte de la entidad por lo que se abre un escenario de conflictividad durante el mes de noviembre en caso de que Unicaja no acerque posturas con la mesa que representa los intereses de los trabajadores.
Unos intereses que consideran hoy están más justificados que nunca, al coincidir esta reunión con los resultados económicos hechos públicos por la entidad bancaria, que alcanzó casi los 1.400 millones de euros netos de beneficio en los primeros nueve meses del año, de los cuales son netos 156 millones sin contar con el impacto contable del fondo de comercio negativo tras la absorción de Liberbank.
UGT no quiere mesas sino soluciones
Fuentes de UGT consultadas por este periódico afirman que los grupos parlamentarios en las Cortes de Castilla y León se han preocupado por el goteo incesante de Expedientes de Regulación de Empleo que está aplicando el sector bancario y que están dejando la región en riesgo de exclusión financiera.
Sin embargo, desde este sindicato aseguran que no quieren crear una Mesa del Sector Financiero, sino que se pongan soluciones encima de la mesa para ofrecer una alternativa a esta sangría laboral que, además y según afirman, supone dejar a miles de municipios sin un servicio básico para subsistir económica y socialmente. Un hecho que preocupa especialmente por cuanto supone un nuevo golpe al entorno rural y a la despoblación.
Las oficinas ya no son rentables en un nuevo modelo de negocio que se abre paso a golpe de expedientes de regulación de empleo, y arrastrado por la digitalización y unos tipos de interés en negativo durante cinco años.