La subida de la incidencia del Covid 19 y la variante ómicron amenazan con poner en peligro muchas de las celebraciones navideñas. El impacto económico que esto puede suponer para la hostelería de Castilla y León tras cerca de dos años de pandemia puede llegar a ser irreparable. No obstante, Fernando de la Varga, presidente de la Confederación Regional de Hostelería y Turismo de Castilla y León, quiere hacer un llamamiento a la calma y transmitir que “las instalaciones de los establecimientos hosteleros en la región son lugares seguros”. Del mismo modo, De la Varga tiende la mano al nuevo representante de la Consejería de Sanidad de Castilla y León para “trabajar en la responsabilidad social tanto del sector hostelero como de los ciudadanos”.

Tras un 2020 marcado por la pandemia, este 2021 se esperaba que fuera a retomarse cierta normalidad, algo que ahora está en el aire. Por suerte para la hostelería castellano y leonesa, la sexta ola sobre la que ahora mismo surfea el país y la comunidad han llegado “suficientemente tarde” para que la mayoría de las reuniones se mantuvieran. Fernando de la Varga afirma en este sentido que “aunque hay empresas que han cancelado, las reuniones de amigos o familiares aún se mantienen”. Los establecimientos de la hostelería han recibido cancelaciones, pero la mayoría de las reservas, fuera de lo que es el ámbito laboral, se mantienen para estas fechas. Eso sí, se trata de grupos más pequeños, normalmente de no más de 10 personas. La mayor parte de las cancelaciones que han recibido y todavía están recibiendo los hosteleros son de mesas grandes. La razón de todo ello puede ser “el miedo a un posible contagio de Covid-19 en unas fechas en las que nos solemos juntar con el resto de la familia, es decir, es una medida de precaución”.

Según una encuesta lanzada por LinkedIn Noticias a nivel estatal, ante el repunte de contagios de coronavirus, un 32% de las empresas han cancelado la típica comida, cena, fiesta o copas de Navidad que solían hacer en años anteriores por estas fechas. Un 28% afirman que ni siquiera se planteó y tan solo un 31% de los que tenían planeada su celebración, finalmente la han llevado a cabo. Estos datos coinciden plenamente con los que aportan desde la confederación de empresarios del sector de Castilla y León, cuyo presidente afirma que ciertamente” las mesas grandes han vuelto a desaparecer”, si bien desde la asociación se muestran satisfechos al llevarse la “sorpresa de que ha habido muchos grupos más pequeños que, por lo visto, ya preveían la llegada de esta ola o simplemente huyen de las aglomeraciones y masificaciones”.

A falta de normas claras de las autoridades sanitarias y a la espera de la Conferencia de Presidentes regionales convocada para este miércoles por el gobierno central con el objeto de analizar la evolución de la pandemia y estudiar medidas compartidas, bien es cierto que la decisión de mantener o cancelar las celebraciones recae ahora mismo en los ciudadanos.

Los hosteleros ofrecen su colaboración a la Junta

En este sentido, el presidente de la Confederación Regional de Hostelería y Turismo de Castillla y León se muestra tranquilo. Reconoce que “tras el terremoto de estos días seguimos estando en constante comunicación” y ofrece “toda su ayuda y trabajo conjunto” a la administración regional. Según De la Varga, la mayoría de los ciudadanos ya se ha “autoimpuesto ciertas medidas” como por ejemplo la preferencia de las terrazas frente a los interiores de los locales, por lo que no es necesario “seguir alimentando el miedo”. Lo que pretenden es trabajar conjuntamente sobre “la prudencia, la vacunación y el cumplimiento de las normativas actuales, porque a fin de cuentas estamos viendo que esta nueva variante afecta de una forma muy manifiesta en cuanto a los contagios pero no en cuanto a las muertes, por lo que debemos asumir que habrá grandes picos de contagios, como ya hemos visto en otros países”.

La hostelería, pilar fundamental de la economía 

El sector de la hostelería es uno de los pilares fundamentales tanto de la economía española como de la castellano y leonesa.  Algunas de las cifras que se recogen en el Anuario de la Hostelería de España 2019, el último año que se puede valorar ya que el impacto del Covid-19 aún no había hecho mella, en el conjunto del país representó un 6,2% del PIB, empleó directamente a 1,7 millones de personas, el 8,8% de los ocupados, y facturó 124 mil millones de euros al año.

En lo que respecta a Castilla y León, La hostelería cerró 2019 con algo más de 19.000 establecimientos que dieron empleo a más de 70.000 personas. El sector finalizó el año con una facturación de 4.157 millones de euros, lo que representó el 4,6% de la riqueza regional.

A pesar de su importancia, el sector es particularmente frágil y vulnerable a ciclos y choques económicos, como la actual crisis del Covid-19. Tal y como se explica en el informe de Bain Company Ernst & Young sobre el “Impacto de COVID-19 en hostelería en España”, está muy fragmentado y tiene muchos pequeños negocios: hay 314 mil empresas repartidas por todo el país y el 70% de ellas tiene menos de 3 empleados. Además, opera con márgenes de beneficios muy bajos (según dicho informe, la restauración tiene márgenes del 6%, frente al 13% de media a nivel agregado nacional). Al mismo tiempo tiene niveles de capitalización bajos: la restauración tiene patrimonio neto de un 34% frente a un 50% de media a nivel agregado nacional, y cuenta con poca liquidez: 50% de los negocios aguantan apenas 1 mes de gastos operativos fijos.

Con estos datos y una pandemia por medio, 2020 marcó un antes y un después para la hostelería. El año terminó con pérdidas de 70.000 millones de euros y el cierre definitivo de 85.000 establecimientos en España. No obstante, según el Informe de Hostelería de España sobre la cifra de negocios del sector de octubre de 2021 (el último mes del que se tienen datos), muestra la mayor recuperación respecto al período precrisis. El aumento en dicho mes fue un 91,5% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos de los Indicadores de Actividad del Sector Servicios del INE. En las actividades de restauración el incremento fue de un 54,2%, mientras que en el alojamiento supuso cuatro veces la del año anterior, con un aumento de un 308,9%. Son cifras optimistas si bien comparadas con octubre de 2019 aún supone una caída de la facturación de un 8,8% en el conjunto de la hostelería del país.

Para la región castellano y leonesa los datos mejoran notablemente respecto a la media española, con una variación respecto a octubre de 2019 de un 3,5% en positivo, lo que supone más de 12 puntos porcentuales de diferencia. Gracias a estas cifras, desde el sector todavía mantienen vivas las esperanzas de levantar cabeza pese la sexta ola de la pandemia.

 

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