Noveno día de huelga de transportistas. Empresas como Danone, Calvo, Estrella Galicia, Ford, Michelin o Acelor advirtiendo de que tienen que parar su actividad por la falta de materia prima o por la dificultad para transportarla.
Hoy mismo la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados de España alerta de que o se llega a una solución "inmediata" o se pondrá en "claro riesgo el abastecimiento de productos así como la continuidad de miles de negocios y empleos" en todo el país. Se desatan las alarmas.
Con este panorama, el consumidor se ha lanzado a hacerse acopio desde la semana pasada de los productos elementales de la cesta de la compra (leche, aceite o galletas), por miedo a un desabastecimiento que se está produciendo en mayor o menor medida en otras zonas de España, pero que no ocurre en los supermercados de Castilla y León.
¿Por qué?
Hablamos con Isabel del Amo, portavoz de Asucyl, (Asociación de Empresarios de Supermercados de Castilla y León) para conocer cuáles son las claves que permiten a los consumidores de esta Comunidad vivir prácticamente ajenos a la huelga de transportes en lo que al abastecimiento de alimentación se refiere, si bien es cierto que en ocasiones y debido al miedo entre la población, ha habido días en los que las baldas de productos como la leche se han quedado vacías. Pero no. No ha sido por la huelga de transportes.
Lo primero que Isabel nos deja claro es que la distribución en esta Comunidad dipone de una red muy bien interconectada que le permite nutrirse de un producto en sustitución de otro en muy poco tiempo. Además, insiste en que si hay baldas vacías en los supermercados de Castilla y León es "porque la gente se ha hecho acopio de forma exagerada de estos productos, como la leche, galletas o el aceite; y no porque haya falta de suministro".
Reconoce que la huelga de transportes sí está produciendo que "haya algún surtido en particular, una marca en concreto, que pueda falta en un establecimiento, pero que se sustituye en cuestión de horas por otro, por lo que no hay falta de abastecimiento ni la va a haber, al menos por el momento". Isabel matiza que tiene que añadir ese "por el momento" porque la huelga de transportes, que ya alcanza un 60% de participación en su noveno día, podría desembocar en problemas más graves si el Gobierno "no toma medidas ya para solucionar este conflicto".
Castilla y León tenía todas las papeletas para ser una comunidad autónoma con mayor riesgo de desabastecimiento de alimentos en los lineales de los supermercados. Es la más extensa de toda España con más de 94.000 km2. Los trayectos por carretera para transportar la leche o el resto de productos y alimentos, debería complicar las cosas en plena huelga de transportistas. Sin embargo, tal y como ya adelantó este periódico la semana pasada, en Castilla y León la industria alimentaria está muy alineada con los productores locales, por lo que esta red permite disponer de la leche, por ejemplo, en muy poco tiempo desde la granja hasta la fábrica, con trayectos muy cortos que han sorteado, por el momento, el parón de los transportistas.
Además, la principal asociación que integra a los transportistas de la Comunidad, ha evitado sumarse a la huelga hasta el último momento "por responsabilidad y porque sabemos que esto afecta a todos al final", tal y como indicaba su portavoz, Diana Oyagüe, lo cual ha permitido un abastecimiento bastante normalizado.
"Toda la cadena de distribución y de proveedores estamos haciendo, eso sí, un esfuerzo por organizarnos para trabajar los surtidos por familias y categorías y que si falta en un supermercado, se lleva de otro", explica Del Amo.
De hecho, "hemos comenzado a trabajar con un mayor stock ahora para almacenar algunos productos de rotación, pero ni siquiera había hecho falta", añade.
La portavoz de Asucyl reconoce que los productos frescos son a los que más "les está afectando esta huelga porque tienen una mayor rotación", pero insiste en que "seguirá habiendo en todos los supermercados de Castilla y León sin mayor problema".
Lo que sí están denunciando algunas empresas y cooperativas es la falta de insumos (tapones, bricks, plásticos) con los que envasar los alimentos. Una consecuencia de la huelga de transportes que ha afectado también a otras industrias en el conjunto del país.
Una paro que ya le cuesta a la distribución en España 130 millones de euros cada día que se mantiene la huelga de los transportistas y que la portavoz de Asucyl, y para la que Asucyl pide al Gobierno "que actúe de inmediato porque afecta a toda la sociedad, por lo que las soluciones tiene que ser globales".
Las ventas en los supermercados se han incrementado ya un 22% en Castilla y León, pero desde Asucyl insisten en "pedir calma porque en esta Comunidad sí hay de todo, y si falta en algún momento se soluciona en 24 horas".
La economía de proximidad ha sido clave para que en la Comunidad se pueda seguir haciendo la compra de alimentos de manera normal, con las excepciones propias de un acopio desproporcionado, causado hasta el momento, más que por la huelga, por el miedo.
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