La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) recomienda a la Junta de Castilla y León que los nuevos Presupuestos Generales de la Comunidad para 2023 se enmarquen en una “estrategia fiscal a medio plazo” que evite aumentos en los gastos o reducciones en los ingresos que no tengan una financiación “permanente” garantizada cuando desaparezcan los flujos “extraordinarios” en los próximos años.
Así lo recoge el informe de este organismo sobre la ejecución presupuestaria, la deuda pública y la regla de gasto de la Comunidad, consultado por Ical. De esta forma, contempla que Castilla y León cierre el año 2022 con un déficit público del 0,8 por ciento, dos décimas superior al del anterior estudio, y que la ratio de deuda previa a la pandemia del COVID-19 regrese en 2023 al nivel previo.
Además, la Airef aconseja a la Junta que incorpore los 312 millones de euros de excesos de financiación en sus previsiones para evitar que se mantenga esta cuantía y que tenga en cuenta las previsiones actualizadas de cierre del ejercicio en curso y siguientes para ajustar los incrementos de deuda a las necesidades reales de financiación.
Asimismo, estima que los recursos esperados al cierre de 2022 alcanzarán un 16,4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), sin considerar los ingresos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Además, prevé que la cantidad que percibirá la Comunidad sin este Plan descienda un cinco por ciento en relación a 2021, ante la reducción de las transferencias del Estado.
De esta forma, considera que los empleos de la comunidad, sin Plan de Recuperación, se reducirán en torno al uno por ciento, hasta el 17,2 por ciento del PIB autonómico. Esta rebaja se debe al fin de las medidas vinculadas al COVID-19 y del gasto por las ayudas a empresas. No obstante, estas rebajas se compensarían en gran parte, según la Airef, por el crecimiento esperado de otros empleos no asociados a la pandemia.
La Airef estima que los dos próximos años los ingresos del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común serán “excepcionalmente positivos”, normalizándose a partir de 2025. De esta forma, de acuerdo a sus estimaciones, podrían más de un 20 por ciento y un ocho por ciento, respectivamente, en 2023 y 2024. Por el contrario, en 2025 podrían disminuir ligeramente sobre el nivel del año anterior.
Por ello, el organismo sostiene que si el gasto no asociado a fondos europeos evoluciona en los años siguientes en línea con el crecimiento inercial estimado por la Airef, una parte del deterioro fiscal esperado en 2022 revertiría en los ejercicios siguientes. Esto permitiría afrontar 2025 con un déficit limitado para avanzar en la reducción estructural.
La Airef estima que, aplicando completamente los excesos de financiación acumulados y bajo sus previsiones de 2022, la ratio deuda sobre el PIB de la Comunidad se situará al cierre del ejercicio en un 21,4 por ciento, frente al 22,6 por ciento de 2022. En concreto, calcula que la ratio de deuda sobre ingresos corrientes registrará un crecimiento cercano a seis puntos porcentuales en 2022.
Finalmente, proyecta una reducción de la ratio de deuda de 11,7 puntos de PIB en los próximos 15 años, alcanzando el nivel previo a la pandemia en 2023. Además, sostiene que el crecimiento económico será el factor que más contribuya en la reducción de la ratio, que se verá impulsada por un saldo fiscal positivo, alcanzando así el límite de referencia del 13 por ciento en el año 2032.