El IPC de Castilla y León continúa su escalada sin tregua asfixiando los bolsillos de los castellanos y leoneses. El mes de julio no dio respiro y se disparó un 12% interanual, lo que supone que la Comunidad es la segunda con la tasa más alta de España, sólo por detrás de Castilla La-Mancha, donde se incrementó un 13,2%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La media nacional, por su parte, experimentó una caída del 0,3% en julio con respecto al mes anterior, aunque en términos interanuales el séptimo mes del año se disparó hasta el 10,8%. Se trata del nivel más alto desde 1984 y un duro golpe a los bolsillos de los españoles, que ven cómo su poder adquisitivo merma mes a mes.
La inflación subyacente, que no tiene en cuenta la subida de los precios de los alimentos ni de la energía) subió hasta el 6,1%, lo que supone su nivel más alto desde 1993.
Todos los sectores experimentaron subidas en sus precios si tenemos en cuenta las cifras de julio con respecto al mes anterior, con especial incidencia en la vivienda, con casi un 3% más, ocio y cultura con un 1,2% más así como la hostelería que rozó un 1% más. Por su parte, los alimentos, bebidas y tabaco sólo se incrementaron un 0,3%, mientras que el calzado y el vestido fue el único sector cuyos precios se redujeron un 11,4%.
Las cifras son, sin embargo, mucho más abultadas en términos interanuales. La vivienda subió en Castilla y León un 30% con respecto a julio del año pasado, seguida del transporte con un 16,3%, alimentos y bebidas no alcohólicas (14,3%), mientras que los hoteles, restaurantes y cafés lo hicieron en un 7,2%.
El pasado 21 de julio el BCE subió los tipos de interés para intentar frenar la escalada de los precios en toda Europa y espera que esta medida comience a dar sus frutos en otoño. En España la pérdida de poder adquisitivo se sitúa muy por encima de países como Alemania, con un 7,5% o Francia en un 6,1%.