El consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, ha rechazado hoy que la reforma de la financiación autonómica, tema estrella en la negociación del nuevo Gobierno nacional, sea usado como moneda de cambio por el Gobierno con el resto de los partidos nacionalistas e independentistas con los que está negociando. Una situación que ha sido considerada de “urgencia” por la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, tras los resultados de las elecciones generales.
Carriedo sí coincide con Montero en que es “urgente” modificar un modelo de financiación que data del año 2009, desde “la negociación de Zapatero con ERC” y que “hace tiempo que perdió su vigencia”. Ahora bien, ha rechazado que esta reforma de la financiación autonómica tenga que ser un asunto que se ponga sobre la mesa en estas negociaciones entre el PSOE y el resto de las formaciones. “Tiene que estar fuera de la negociación de la conformación de un nuevo gobierno” ya se, en su opinión, se debe realizar a través de una “negociación multilateral” en la que participen “todas las comunidades autónomas”.
Carriedo ha recordado que desde la Junta ya se ha puesto en conocimiento del Gobierno, a través de carta y del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se tienen que tener en cuenta para la configuración de la financiación autonómica “variables de territorio y demografía”, que deben adquirir “más relevancia” en el nuevo modelo, según el portavoz de la Junta. “No nos parece que un tema importante como este tenga que ser el pago de un precio político para conformar un gobierno”, ha zanjado el portavoz.